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Quer colocar o estudo em prática? O Stoodi tem exercícios de Modo Indicativo - Condicional dos maiores vestibulares do Brasil.

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    UECE 2007

    Ahora bien, a los adultos les gusta creer que saben lo que pasa por la cabeza de un niño de diez años. Y es imposible 1saber lo que alguien está pensando 2si esa persona no lo cuenta. La gente veía a Peter tumbado de espaldas alguna tarde de verano, mascando una brizna de hierba y mirando el cielo. "¡Peter, Peter! ¿En qué estás pensando?", le gritaban. Y Peter se incorporaba sobresaltado. Los adultos sabían que algo ocurría en el interior de esa cabeza, pero no podían oírlo, ni verlo, ni sentirlo. No podían decirle a Peter que parara porque no sabían lo que él estaba haciendo. Habría podido estar incendiando la escuela, tirando a su hermana a los cocodrilos o huyendo en globo, 3pero lo único que veían era un niño mirando el cielo azul sin pestañear, un niño que no oía cuando lo llamaban por su nombre.             En cuanto a lo de estar solo, eso tampoco les gustaba demasiado a los adultos. Ni siquiera les gusta que otros adultos estén solos. Cuando te juntas con otros, la gente ve lo que estás haciendo. Estás haciendo lo que ellos están haciendo. Pero Peter tenía ideas diferentes. Juntarse 4con los demás estaba muy bien, en su momento. Pero sin exagerar.             En la escuela, dejaba a veces su cuerpo sentado en el pupitre, 5mientras su mente se perdía en las nubes. Incluso en casa, tener la cabeza en las nubes lo metió a veces en líos. Una Navidad, el padre de Peter, Thomas Fortune, estaba colgando adornos en la sala. Era algo que odiaba. Siempre lo ponía de mal humor. Había decidido colocar serpentinas en un rincón. Pues bien, en ese rincón había una 6butaca y en ella, sin hacer nada en concreto, estaba Peter. McEwan, Ian. En las Nubes. Editorial Anagrama, Barcelona, 2007, pp. 12-13. Texto adaptado.     El verbo SABER (ref. 1), conjugado en el potencial imperfecto, tercera persona plural:

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    UECE 2006

                  A mitad del largo zaguán del hotel pensó que debía ser tarde, y se apuró a salir a la calle y sacar la motocicleta del rincón donde el portero de al lado le permitía guardarla. En la joyería de la 1esquina vio que eran las nueve menos diez; llegaría con tiempo sobrado adonde iba. El sol se filtraba entre los altos edificios del centro, y él montó en la máquina saboreando el paseo. La moto ronroneaba entre sus piernas, y un viento fresco le chicoteaba los pantalones.             Dejó pasar los ministerios (el rosa, el blanco) y la serie de comercios con brillantes escaparates de la calle Central. Ahora entraba en la parte más agradable del trayecto: 09. una calle larga, bordeada de árboles, con poco tráfico y amplias villas que dejaban 5venir los jardines hasta las aceras, apenas demarcadas por setos bajos. Quizás algo distraído, 6pero corriendo sobre la derecha como correspondía, se dejó llevar por la tersura, por la leve crispación de ese día apenas empezado. Tal vez su involuntario relajamiento le impidió prevenir el accidente. Cuando vio que la mujer parada en la esquina se lanzaba a la 2calzada a pesar de las luces verdes, ya era tarde para las soluciones fáciles. Frenó con el pie y la mano, desviándose a la izquierda: oyó el grito de la mujer, y junto con el choque perdió la visión. Fue como dormirse de golpe.             Volvió bruscamente del 3desmayo. 7Cuatro o cinco hombres jóvenes lo estaban sacando de debajo de la moto. 8Sentía gusto a sal y sangre, le dolía una rodilla, y cuando lo alzaron gritó, porque no podía soportar la presión en el brazo derecho. 9Voces que no parecían pertenecer a las caras suspendidas sobre él, lo alentaban con bromas y seguridades. Su único alivio fue oír la confirmación de que había estado en su derecho al cruzar la esquina. Preguntó por la mujer, tratando de dominar la 4náusea que le ganaba la garganta. 10Mientras lo llevaban boca arriba hasta una farmacia próxima, supo que la causante del accidente no tenía más que rasguños en las piernas. "Usted la agarró apenas, pero el golpe le hizo saltar la máquina de costado..." Opiniones, recuerdos, 11despacio, éntrenlo de espaldas, así va bien, y alguien con guardapolvo dándole a beber un trago que lo alivió en la penumbra de una pequeña farmacia de barrio.             La ambulancia policial llegó a los cinco minutos, y lo subieron a una camilla blanda donde pudo tenderse a gusto. Con toda lucidez, pero sabiendo que 12estaba bajo los efectos de un gran shock, 13dio sus señas al policía que lo acompañaba. El brazo casi no le dolía; de una cortadura en la ceja goteaba sangre por toda la cara. Una o dos veces se lamió los labios para beberla. Se sentía bien, era un accidente, mala suerte; unas semanas quieto y nada más... CORTÁZAR, Julio. Cuentos Completos/1. Alfaguara, España, 2005, pp. 386/387. Texto adaptado.    Frase en la que el verbo VENIR (ref. 5) se conjuga en el potencial imperfecto:

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    UFRGS 2017

    Las familias de los novios se encuentran para organizar los detalles del casamiento. (Aparece la criada con dos bandejas. Una con copas y la otra con dulces. La novia está afuera.) MADRE (Al hijo.): - ¿Cuándo queréis la boda? NOVIO: – El jueves próximo. PADRE: – Día en que ella cumple veintidós años justos. MADRE: – ¡Veintidós años! Esa edad tendría mi hijo mayor si viviera. 1Que viviría virilmente y con bríos como era si los hombres no hubieran inventado las navajas. PADRE: – En eso no hay que pensar. MADRE: – Cada minuto. Métete la mano en el pecho. PADRE: – Entonces será el día jueves. ¿No es así? NOVIO: – Así es. PADRE: – Los novios y nosotros iremos en coche hasta la iglesia, pues el camino es largo; y el acompañamiento, en los carros y en las caballerías que traigan. MADRE: – Conformes. (Pasa la criada.) PADRE: – Dile que ya puede entrar. (A la madre.) Celebraré mucho que te guste.   (Aparece la novia. Trae las manos caídas en actitud modesta y la cabeza baja.)   MADRE: – Acércate. ¿Estás contenta? NOVIA: – Sí, señora. PADRE: – No debes estar seria. Al fin y al cabo, ella va a ser tu madre. NOVIA: – Estoy contenta. Cuando he dado el sí es porque quiero darlo. MADRE: – Naturalmente. (Le toma la barbilla.) Mírame. PADRE: – Se parece en todo a mi mujer. MADRE: – ¿Sí? ¡Qué hermoso mirar! ¿Tú sabes lo que es casarse, criatura? NOVIA (Seria.): – Lo sé. MADRE: – Un hombre, unos hijos y una pared de dos varas de ancho para todo lo demás. NOVIO: – ¿Es que hace falta otra cosa? MADRE: – No. Que vivan todos, ¡eso! ¡Que vivan! NOVIA: – Yo sabré cumplir. MADRE: – Aquí tienes unos regalos. NOVIA: – Gracias. (...) PADRE: – Conformes. MADRE (A la criada.): – Adiós, mujer. CRIADA: – Vayan ustedes con Dios. (La madre besa a la novia y van saliendo en silencio.) MADRE (En la puerta.): – Adiós, hija. (La novia contesta con la mano.) PADRE: – Yo salgo con vosotros. (Salen.) CRIADA: – 2Que reviento por ver los regalos. NOVIA (Agria.): – Déjame tranquila. CRIADA: – ¡Ay, niña, enséñamelos! NOVIA: – No quiero. CRIADA: – 3Siquiera las medias. Dicen que son todas caladas. ¡Mujer! NOVIA: – ¡Ea, que no! CRIADA: – ¡Por Dios! Está bien. Parece como si no tuvieras ganas de casarte. NOVIA (Mordiéndose la mano con rabia.): – ¡Ay! CRIADA: – Niña, hija, ¿qué te pasa? ¿Sientes dejar tu vida de reina? No pienses en cosas agrias. ¿Tienes motivos? Ninguno. Vamos a ver los regalos. (4Coge una caja.) NOVIA (Cogiéndola de las 5muñecas.): – Suelta. CRIADA: – ¡Ay, mujer! NOVIA: – Suelta, he dicho. CRIADA: – Tienes más fuerza que un hombre. NOVIA: – ¿No he hecho trabajos de hombre? ¡Ojalá fuera! CRIADA: – ¡No hables así! NOVIA: – Calla, he dicho. Hablemos de otro asunto. (La luz va desapareciendo de la escena. Pausa larga.) Adaptado de: GARCÍA LORCA, F. Bodas de sangre. Tragedia en tres actos y siete cuadros. Madrid: Revista Cruz y Raya. Editorial El Árbol. 1935.   No trecho “Que viviría virilmente y con bríos como era si los hombres no hubieran inventado las navajas” (ref. 1), a palavra si possui sentido

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    UECE 2002

                La participación de la mujer en el ámbito laboral ha ocasionado que el hombre abandone su lugar "privilegiado" dentro de la población económicamente activa.             1Bajo esta circunstancia, el hombre ha asumido una postura a la defensiva frente a la "amenaza femenina". Con todo, debemos siempre 2acordarnos que la participación femenina en las empresas se debe principalmente a las  circunstancias económicas de nuestros días. Así, deberíamos ver a la mujer en el trabajo como un medio esencial para ensanchar la esperanza de vida y la posibilidad de acceder a mejores 3niveles de vida. Hoy por hoy, son miles los casos en los que son indispensables las dos fuentes de ingresos para llegarse a un patrimonio.             Esta aceptación de la mujer profesional ha generado cambios y reestructuraciones que no sólo afectan el sector económico, sino también el social pues los patrones de conducta de ambos sexos se han modificado.             Un claro ejemplo de estos cambios es el hecho de que hoy en día 4las mujeres no tienen "prisa" en casarse; ahora se plantean prioridades de vida dejando atrás paradigmas. Esto debido a la tranquilidad que les brinda contar con características como su preparación, su compromiso, responsabilidad, fortaleza y madurez.             En este sentido podríamos afirmar que el talento femenino ha sido claramente desperdiciado por las empresas, en la medida que dicha sensibilidad, además de las características y habilidades propias de su personalidad, 5le ayudan a sortear mejor las tensiones y retos profesionales.  Idem. Texto igualmente adaptado.    "las mujeres no tienen 'prisa' en casarse..." (ref. 4): "Tienen" es voz del verbo TENER, de irregularidad propia o especial. Este verbo, conjugado en el potencial imperfecto, se escribe:

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    Stoodi

    Selecione a alternativa que completa adequadamente a frase, no Condicional Compuesto: Si los alumnos hubieran estudiado más, ya ______________ de vacaciones a la playa.

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    UECE 2007

                Uno se duerme; eso es todo. Nadie dirá jamás el instante en que las puertas se abren a los sueños. Aquella noche, 1hacia las nueve, me dormí como siempre, y 2tuve como siempre un sueño.             Aquella noche soñé que me sentía mal. Que me moría 3despacio, con cada fibra. 5Un horrible dolor en el pecho; y cuando respiraba, la cama se convertía en espadas y vidrios. Estaba cubierto de sudor frío, sentía ese espantoso temblor de las piernas que ya una vez, años atrás... Quise gritar, para que me oyeran. Tenía sed, miedo, fiebre; una fiebre de serpiente, viscosa y helada. A lo lejos se oía el canto de un gallo y alguien, desgarradoramente, silbaba en el camino.             Debía soñar mucho tiempo, pero sé que mis ideas se tornaron súbitamente claras y que incorporé en la oscuridad, 6temblando, todavía bajo la pesadilla. Es inexplicable como la vigilia y el ensueño siguen entrelazados en los primeros momentos de un despertar, negándose a separar sus aguas. Me sentía muy mal; no estaba seguro de que aquello me hubiera ocurrido, 4pero tampoco me era posible suspirar, aliviado, y volver a un sueño ya libre de espantos. Busqué el velador y creo que lo encendí porque los cortinados y el gran armario se anunciaron bruscamente a mis ojos. Tenía la impresión de estar muy pálido. Casi sin saber cómo, me hallé de pie, yendo al espejo del armario con un deseo de mirarme la cara, de alejar el inmediato horror de la pesadilla.             Cuando estuve ante el armario, pasaron unos segundos hasta comprender que mi cuerpo no se reflejaba en el espejo. Bien despierto, habría sentido erizárseme el cabello, pero en ese automatismo de todas mis actitudes me pareció simple explicación el hecho de que la puerta del armario estaba cerrada y que, por lo tanto, el ángulo del espejo no alcanzaba a incluirme. Con la mano derecha abrí rápidamente la puerta.             Y entonces me vi, pero no a mí mismo. Es decir, no me vi ante el espejo. Ante el espejo no había nada. Iluminado crudamente por el velador estaba el lecho y mi cuerpo yacía en él, con un brazo desnudo colgando hasta el suelo y la cara blanca, sin sangre. CORTÁZAR, Julio. Cuentos Completos/1. España, Editorial Alfaguara, 2005, pp. 60/61.    En "... tuve como siempre un sueño" (ref. 2), el verbo TENER está conjugado en el pretérito indefinido. Señale la frase en que el mismo verbo se conjuga en el potencial simple (imperfecto).

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    Selecione a alternativa que completa adequadamente a frase, no Condicional Compuesto: Aunque hubieses ido a Barcelona, no  _____________ a Carmen.  

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    UEPB 2009

    EL PRECIO DE LA FELICIDAD             Woody Allen dijo en cierta ocasión: "El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que se necesita un auténtico especialista para verificar la diferencia". 6En efecto, a menudo se vincula el efecto de tener dinero con la felicidad, pero ¿hasta qué punto es el dinero causa de la felicidad? Diferentes estudios afirman que no existe una relación directa entre dinero y felicidad. Para empezar habría que distinguir el concepto de felicidad del de confort, bienestar o satisfacción material. 2Pero vamos por partes.             A partir del barómetro de la felicidad realizado en 22 países, el dinero queda lejos de los primeros puestos como procurador de la felicidad. El aspecto que más aparece en esa posición son las relaciones personales,8por delante de la posesión de bienes materiales.             Si algo aparece como importante es sin duda la relación con el trabajo y la disposición de tiempo de ocio. En España, el índice global de satisfacción con el trabajo se sitúa a la cola de los europeos occidentales. La cuestión parece centrarse en las amplias jornadas que los españoles dedican a ganarse la vida.             7Cada persona debería saber dónde se halla la ansiada llavecita de la felicidad, 4pero a menudo 9no está a nuestro alcance. Descartado el factor material, podemos asegurar que las personas que se consideran felices declaran cultivar relaciones de afecto sólidas y de calidad, practicando el diálogo y la espontaneidad así como la comprensión y la intimidad, y al tiempo que perciben que su estado no es mero resultado de las circunstancias sino que lo entienden como un proceso continuado de esfuerzo y responsabilidad, evidente para ellos sobre todo en la manera de afrontar los infortunios y las desgracias no como efecto de la mala suerte, sino más bien de sus propias acciones y decisiones. Son personas abiertas a la hora de compartir sus emociones y expresar sus estados de ánimo, optimistas, 5aunque no por ello ingenuos. Hacen de la adversidad una oportunidad para el aprendizaje. Tienden a ver las situaciones difíciles de forma más positiva y se ven menos influidos por los resultados negativos, ya que afirman dar un sentido a aquello que les sucede, en coherencia con la dirección que quieran llevar en su vida. Cuidan de su salud física, hacen actividades deportivas, cuidan su cuerpo. 1Cuanto mejor sea la salud física, y, en consecuencia, la higiene mental que ésta genere, mayor será la resistencia psicológica, el nivel de energía y la felicidad declarada.             Se ha visto, por otro lado, que 3variables como la edad, la clase social, los ingresos, el cociente intelectual y la educación no parecen tener mucha influencia en la felicidad de la gente. Es decir, que la felicidad no parece reservarse a un segmento concreto de la población.             (In BLANCO, Ana Isabel y otros. El cronómetro. Nivel superior. Madrid: Editorial Edinumen, 2006. p.123)    "Cada persona DEBERÍA saber dónde se halla la ansiada llavecita de felicidad [...]" (ref. 7). El verbo destacado está conjugado en el:

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    UECE 2008

    Primero fue el viento. Más tarde, como un relámpago, como una lengua de plata en el cielo, fue anunciada en el valle del Anáhuac 1la tormenta que lavaría la sangre de la piedra. 3Fue mucho después de la ofrenda que anocheció y se escucharon atronadoras descargas; pronto apareció en el cielo una serpiente plateada que se vio con la misma fuerza en muy distintos sitios. 4Enseguida empezó a llover de una manera pocas veces vista. Llovió toda la noche y a lo largo del día siguiente. Durante tres días no cesó de llover. Llovió tanto que los sacerdotes y sabios del Anáhuac se alarmaron. Ellos estaban acostumbrados a escuchar y a interpretar la voz del agua pero 5a la sazón sintieron que Tláloc, el dios de la lluvia, 6no sólo trataba de decirles algo sino que, por medio del agua, había dejado caer sobre ellos una nueva luz, una nueva visión que daría otro sentido a sus vidas, y 7aunque todavía no sabían claramente cuál era, 8así lo sentían en sus corazones. 2Y antes de que sus mentes interpretaran correctamente la profundidad del mensaje, que el agua explicaba cada vez que se dejaba caer, la lluvia cesó y el sol resplandeciente afloró en toda su magnitud y se reflejó en la multitud de espejos, de pequeños lagos, ríos y canales que las lluvias habían dejado colmados de agua.             Ese día, lejos del valle, una mujer luchaba por dar a luz su primogénito. Su suegra, que actuaba como comadre, no sabía si prestaba oídos a su parturienta nuera o al mensaje del dios Tláloc.             No le costó trabajo decidirse por la esposa de su hijo. El parto era complicado. A 10despecho de su gran experiencia nunca había ayudado en un alumbramiento como ése. Durante el baño en temascal - inmediatamente anterior al parto - ella aún no había detectado que el feto estaba mal acomodado. 11Todo parecía estar en orden. 12Sin embargo, el esperado nacimiento se tardaba más de lo común.             La fuerte lluvia era el único sonido que acompañaba los gemidos de la joven parturienta. Después de que el agua habló, un gran silencio fue sembrado y 9sólo lo rompió el llanto de una niña a quien nombraron Malinalli.             La recién nacida fue recibida por los brazos de su abuela paterna, quien presintió que ella estaba destinada a una vida de perplejidades, en la que iba a perderlo todo y, 13a la vez, encontrarlo todo. Lo que la abuela no alcanzó a percibir fue que la primera pérdida que esa niña iba a experimentar en su vida estaba demasiado cerca y, mucho menos, que ella misma se iba a ver fuertemente afectada. Lo último que en ese momento hubiera pensado era que podría perderla. Así, la abuela, que había participado activamente durante el parto, miró con alegría y llena de embelezo cómo MalinalIi abría los ojos y movía vigorosamente sus brazos. ESQUIVEL, Laura. Malinche. Colombia: Suma,2005, p. 9-11. Adaptado. "Enseguida empezó a llover" (ref. 4).   El verbo empezar, que en la oración arriba transcrita se emplea en el pretérito, conjugado en el potencial imperfecto se escribe

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    MACKENZIE 2000

     Aquella noche, mientras Martín deambulaba por la ribera, empezó a llover después de largos, ambiguos preparativos. En medio de continuos relámpagos comenzaron a caer algunas gotas vacilantes, tanto como para dividir a los porteños en esos dos bandos que siempre se forman en los días bochornosos de verano: los que, con expresión escéptica y amarga que ya tienen medio estereotipada por la historia de cincuenta años, afirmaban que nada “pasaría”, y los que esperanzados y candorosos, “sostenían” que esas nubes “darían” agua esta misma noche o, en el peor de los casos, no “pasaría” de manãna. (...) En resumen las tormentas de Buenos Aires “dividen” a sus habitantes como a los de cualquier ciudad del mundo en pesimistas y optimistas (...) Ernesto Sábato Adaptado de: Sobre héroes y tumbas -deambular: andar sin objetivo determinado. Se aplica a distancias no muy grandes. Assinale a classificação correta da sequência de tempos verbais destacados com aspas no texto. ("pasaría", "sostenían", "darían", "pasaría", "dividen")

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