PUC-RS 1999

Cuando hace unos diez años se puso de moda el estrés, 1copó el interés de psicólogos y psiquiatras que lograron grandes avances en el estudio de esta enfermedad. Hoy todos sabemos que hay un estrés bueno y un estrés malo. El bueno le permite al hombre avanzar y crear. El malo 2lo disocia e inmoviliza.
    Con la ansiedad parece formarse un concepto similar 3aunque todavía no esté diferenciada en motes. Las exigencias de adaptación al medio, el cambio de roles, la inestabilidad laboral y otras razones son lãs responsables de este 4síntoma que repercute en el cuerpo hasta desbordarlo.
    "Ante una situación conmovedora como un examen en la universidad, una entrevista laboral, un encuentro amoroso - cuenta el Dr. Sivack -, puede haber cierta inquietud, equivalente a la ansiedad, como taquicardia, aumento de la respiración, sudoración. Pero hasta ahí hablamos de un grado de ansiedad tolerable y propio de cada ser humano. Otra cosa es el síndrome ansioso depresivo, que debe ser tratado".
    Como vemos, existen variantes cualitativas de este síntoma que ha cobrado gran notoriedad en este fin de siglo.

El pronombre "lo" (ref. 2) se refiere al 

Escolha uma das alternativas.