UEG 2003

El milagro del chicle

De cómo la negra e insípida goma que masticaban las prostitutas aztecas se convirtió en una afición universal

 

Uno de los rasgos principales y más peculiares de la civilización occidental de fines del milenio es el hábito de masticar la resina lechosa del Achras Sapita L., o sea, de mascar chicle. La palabra chicle deriva de la voz náhuatl tzictli, empleada en el México precortesiano para designar el látex aglutinante, lechoso y pegajoso, que se obtiene por incisión en el tronco del árbol hicozapote y del fruto del mismo árbol, el zapote. Se trata, pues, de un aztequismo, de un término tomado de la lengua mexicana, ya que no existía una palabra sinónima en castellano para nombrar el producto, y como tal lo recoge el Diccionario de la Real Academia. Ahora bien, a diferencia de la mayoría de los mexicanismos (tomate, petaca, chocolate, etcétera), que se introdujeron en el castellano en fechas muy tempranas, la voz chicle se adoptó tardíamente y aparece por primera vez en el Diccionario en la edición de 1899.

El hecho de que ningún cronista de Indias la use indica a las claras que la pegajosa goma no fue aceptada por los hispanos. La razón de ello hay que buscarla en el concepto peyorativo que la sociedad azteca tenía ante el chicleo (que es como en México se denomina a la masticación del chicle).

Los mexicanos daban cierto valor terapéutico al tzictli, pues creían que aquella goma negra servía para limpiar los dientes, pero el higiénico uso estaba muy mal visto socialmente, ya que las prostitutas aztecas, llamadas ahuianime (alegradoras o alegres), atraían a la clientela exagerando el ruido del chicleo.

El rechazo social llegó a tales extremos que una de las normas elementales de las embarazadas era no mascar chicle, porque la criatura sufriría de netentzoponiliztli, es decir, carecería de encías fuertes, no podría mamar y fallecería.

Con estas connotaciones negativas, habrías sido muy difícil que los españoles, ya predispuestos de por sí contra el uso de masticatorios, adoptasen este elemento cultural.

VÁZQUEZ CHAMORRO, Germán. El milagro del chicle. Madri. La aventura de la historia, n. 3. janeiro 1999. p. 78-80. [Adaptado]

 

Sobre o uso dos chicletes na antiga sociedade mexicana, é INCORRETO afirmar que

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