UEG 2004

Film Sobre La Violencia Familiar

La violencia familiar es, mucho más allá de una problemática social que impera con asiduidad en la vida cotidiana, un escondido fantasma permanentemente oculto y acechante en los más recónditos pliegues del alma y de la conciencia del hombre. Los ejemplos de ello abundan tanto en la realidad como en la ficción, y la directora Iciar Bollain, una cineasta tan hábil como sensible, insertó su filósofo bisturí en un matrimonio que, a partir del amor y de la desgastada convivencia, se transforma en un infierno que asesta con duros mazazos la vida de Pilar, una mujer sumisa y madre de un niño que observa con ojos lastimeros las reyertas de sus padres.

 

El sufrimiento de Pilar

A pesar de los golpes y de las humillaciones que debe soportar de su marido, Pilar sigue creyendo en la perennidad de la pasión que la unió a Antonio, ese hombre celoso y brutal a quien la realidad no logra apaciguar su conciencia alterada. Las pequeñas luces de esperanza de ella están centradas en un porvenir distinto, en su atracción por las obras de arte y en su hijo siempre dispuesto al silencio y a la reconcentración. El principio de la historia, cuando Pilar decide, cansada y humillada, dejar su hogar para establecerse en la casa de su hermana, es también el principio de su desgarrador camino hacia el abismo. A partir de aquí, se intuye a la perfección la dramática senda de la que Pilar viene huyendo sin necesidad de que las imágenes aporten gratuitos elementos melodramáticos.

La directora, sin duda experta en evitar innecesarios maniqueísmos y en caer en tragedias exacerbadas, logra componer, con Alicia Luna, un guión pleno de sugestión y de poéticas pinceladas de humor y de dolor. La atracción de la historia no necesita el apoyo de una violencia demasiado explícita ni se deja caer en diálogos sentenciosos ni en situaciones altisonantes. Todo se da aquí para que el espectador reflexione acerca de una problemática, siempre mucho más sugerida que vista, de unos personajes que encierran al amor y al odio en la misma pequeña caja de sus corazones.

“Te doy mis ojos”, pues, afronta con valentía situaciones lamentablemente cotidianas no desde la abstracción o la generalización, sino desde la exposición de un caso concreto que, entre contradicciones e incoherencias, va descorriendo los negros cortinados de la víctima y del victimario sin caer nunca en la ambigüedad moral. El relato se entronca fundamentalmente con el amor, con ese amor que todo hombre o mujer presiente como perfecto y perenne, pero que esconde, a veces, las angustias de quienes lo padecen entre el martirio y el perdón. [...].

MARTÍNEZ, Adolfo C. Film sobre la violencia familiar. La Nación, Buenos Aires, 4 mar. 2004. p. 3. [Excerto]

 

Segundo a análise da resenha, a abordagem da diretora do filme caracteriza-se por

Escolha uma das alternativas.