UEG 2005

PEDIGÜEÑOS VARIADOS

El que está en la indigencia se espabila como puede. Por eso hay diversas formas de pedir. Hay quien apela a los buenos sentimientos exhibiendo sus desgracias: deformidades o amputaciones, niños pequeños o perros (por si eres más sensible al reino animal). También hay quien intenta dar un toque a la mala conciencia: colocándose a la salida de pastelerías de lujo o cines. Quien da muestras de su arte para mover nuestro corazón: tañendo algún instrumento, vendiendo versitos o dibujos. Y quien recurre a la coacción: aquí entrarían de lleno los limpiaparabrisas que nos atemorizan o incluso llegan a robarnos.

¿Cuál es mejor? Ninguna, acabar con la caridad es un viejo sueño de la izquierda. ¿Cuál es peor? Por supuesto, la coacción. Detrás de quien intenta limpiarte el cristal hay cuadros de penuria espeluznantes por los que todos debemos sentir piedad. Pero a mí me cabrea que estas pobres gentes se ceben especialmente en las mujeres. Cuando ven a una conductora exacerban sus métodos coercitivos porque presuponen mayor debilidad. Por eso aplaudo la redada municipal que está llevando a cabo actualmente el Ayuntamiento de Madrid. No se resuelven los problemas de la miseria dando limosna, ésa es una deformación de la solidaridad. Estos tipos son machistas, cuanto menos, y me fastidia mucho ¿qué les voy a decir?

GIMÉNEZ-BARTLETT, Alicia. Pedigüeños variados. El Periódico, Barcelona, 16 ago. 2004. p. 5. [Excerto].

 

Nas estratégias dos pedintes observadas pela autora, é INCORRETO afirmar que

Escolha uma das alternativas.