UERJ 2013

Cómo ser crítico de cine 

 

Quizás no debería mencionar en voz alta que me dedico profesionalmente a la crítica de cine, pero, en fin, ¡hay que comer! Sí, ya sé que no es excusa, pero son tiempos de crisis, el trabajo está muy mal, etc. Yo reconozco que tenía razón Antón Ego, cuando hablaba de nuestra profesión al final de Ratatouille: “Preferimos la crítica negativa, que es divertida de leer y escribir. Pero la triste verdad que debemos enfrentar los críticos es que, al final, cualquier plato común seguramente tiene más sentido que la crítica que lo condena”. O sea, que vale mucho más la pena el esfuerzo de quienes hayan inventado una película - por mala que sea - que nuestras opiniones. 

 

Siempre me dicen que tengo “mucho morro1 ”, porque mi supuesto “trabajo” consiste en ir a ver preestrenos sin pagar un duro, me dan a la salida canapés y una camiseta estupenda (así que no tengo que gastar en comida ni en ropa), y encima correspondo a todas essas atenciones poniendo a caldo con brusquedad a la película en cuestión. El caso es que mucha gente piensa que vivo como un maharajá y algunos individuos me preguntan qué tienen que hacer para ser también críticos. 

 

Pero, ¿eso de ser crítico de cine dónde se estudia? No existe, todavía, la licenciatura en Ciencias de la Crítica de Cine. Aunque tanto yo como mis amigos que se dedican a esto somos de su padre y de su madre (periodistas, químicos, biólogos, abogados, etc.), podría argumentar que es bastante importante la formación humanística (filosofía, sociología y similares pueden ayudar). Y sobre todo se debe aprender cómo se hacen las películas, más que nada para no hacer el ridículo. 

 

¿Cómo se escribe una crítica de cine? No hace falta esforzarse mucho. Basta con tomar una cerveza (dijo Groucho Marx que “los críticos de cine son esas personas que siempre piden bebidas baratas salvo cuando no pagan ellos”) con los compañeros al salir de la proyección, enterarse de cuál es la opinión más generalizada, y seguirles la corriente. 

 

Sólo así se explican cosas como la frasecita sobre la película Aita (“a su lado una película de José Luis Guerín parece rodada por Steven Spielberg”) que se inventó uno de nosotros, y después se la he escuchado repetir a otros críticos como si fuera suya. O el curioso caso de Una historia verdadera, que según un 90 por ciento de cronistas recordaba al mejor John Ford. ¿En qué? A mí me gusta Una historia verdadera y me gusta John Ford, y hasta veo razonable que un crítico comparara esta película con la filmografía del gran maestro, pero no veo la razón por la que todos repetían lo mismo como papagayos. La única conexión que yo veo entre esa película y Ford es que el protagonista fue rechazado cuando se presentó al casting de Las uvas de la ira. 

 

¿Sirve para algo la crítica de cine? Si así fuera no habría dado un duro por ejemplo Transformers: la venganza de los caídos, y el público haría manifestaciones en las puertas de los cines para exigir ciclos de Howard Hawks e Ingmar Bergman. 

 

Dicen algunos optimistas que en algunos casos la crítica puede ser decisiva, cuando por ejemplo se aclamó unánimemente la película Pulp Fiction y el público acudió masivamente, o que puede ayudar a dar a conocer películas sin ningún tirón comercial pero muy buenas, como Solas. En fin, siempre que me preguntan esto recuerdo lo que le dijo un director al que ponía sus películas a caldo: “Te leo todos los días mientras voy al banco a ver cómo crece mi cuenta bancaria”. 

JUAN LUIS SÁNCHEZ 

juanluissanchez.blogspot.com 

 

1 morro – “cara de pau”

 

Sí, ya sé que no es excusa, pero son tiempos de crisis, (l. 2)

El procedimiento de argumentación empleado por el autor en este fragmento es:

Escolha uma das alternativas.