UFPB 2010

Como nosotros (de Ruben Blades)

Tiempo:

Llévame de vuelta a los días cuando corría con mi perro a la tienda del Chino,

a comprar diez centavos de pan y cinco de queso blanco.

Devuélveme las tardes cuando la mano de mi abuela me llevaba hasta el final de la Calle 13 Oeste, en Santa Ana, a ver el Mar del Sur.

Regrésame a las noches cuando el aroma a jazmín sembrado en latas, se derramaba desde los balcones por todas las calles de San Felipe.

 

Cuando era niño mi barrio era un continente

y cada calle era un camino a la aventura.

En cada esquina una memoria inolvidable,

en cada cuarto una esperanza, ya madura.

En nuestros viajes de ida y vuelta a los luceros fuimos piratas, saltimbanquis y vaqueros.

Nuestra pobreza nunca conquistó el dinero, pero en las casas nunca se rindió el "yo puedo".

Me iba a la cama con la fe del que ganó, me despertaba con la paz del que aprendió que lo importante en esta vida es el tratar, que lo que cuesta es lo que no voy a olvidar.

Crecí luchando, como los otros, los que crecieron como yo, de humilde cuna, con su fortuna hecha de sueños, como yo, como yo.

 

Mi adolescencia no fue fácil de llevar:

como tratar de atar un zapato al caminar.

Nuestra inocencia retrocede al comprender que, en la vida real,

la injusticia puede golear a la verdad.

Muere familia, se nos va el primer amor,

se confunde lo que una vez se afirmó;

una mudanza deja al viejo barrio atrás,

crece el bigote y la responsabilidad ...

Trabajaba y pensaba si otros, como yo,

siendo tan jóvenes sentían mi soledad,

si aún compartían nuestras almas la ilusión

de que el muchacho siempre triunfara al final.

Me preguntaba si aún habría otros,

como nosotros, como yo,

aún resistiendo, aún sin rendirse,

aún recordando, como yo, como yo.

 

Y en la curva de los años me encontré

con los muchachos con los que solía jugar,

con los que senderos de estrellas caminé,

cuando el horizonte era un atajo sobre el mar.

Y recobramos las memorias con café,

y nos tratamos aún de tú, y no de usted,

y reafirmamos la lección que el tiempo da:

que cuando hay vida siempre hay posibilidad.

La lucha sigue y sobrevive como nosotros,

como yo,

y en otros barrios hay otros niños como nosotros,

como yo,

como yo.

 

Como nosotros.

 

Disponível em: .

Acesso em: 14 set. 2009. (Texto adaptado)

 

 En el contexto del siguiente verso: “y nos tratamos aún de, y no de usted,”, el uso de la forma de tratamiento tú revela:

Escolha uma das alternativas.