UFPE 2008

FEMINISMO LINGUÍSTICO, PRECLARA ESTUPIDEZ

Soy periodisto y poeto, tengo un amigo atleto y otro futbolisto. Mañana tengo que ir al dentisto y pedir hora para el oculisto. Seguramente soy un poco machisto y no sé si soy del todo democrato. Pero, después de escribir esto, me doy cuenta de que, al menos, no soy tan tonto como la directora del Instituto de la Mujer, Rosa Maria Peris, que pretende, más o menos, que cambiemos nuestra lengua para acoplarla a los dictados de lo que ella entiende por feminismo, y el resto de los mortales, salvo alguna que otra acérrima seguidora, por simple y llana estupidez.

Ha pedido la señora - que no tiene, por lo visto, mejores cosas en las que emplear su tiempo - que la Real Academia de la Lengua dé entrada a alguno nuevos vocablos porque, a su juicio, algunos de los actuales demuestran sexismo a boca llena. Por ejemplo, dice, ése es el caso de "juez", "concejal" y "miembro". Propone la buena señora la incorporación, a su lado, de "jueza", "concejala" y "miembra", como respectivos femininos. La memez es supina porque, por esa misma regla de tres, habríamos de ser los hombres "juezos" o "concejalos" para senalar claramente el sexo del portador. Es más, si aplicásemos su propuesta a todos los vocablos terminados en la, por lo visto, femenina "a" que habitualmente se emplean para señalar las ocupaciones o profesiones, acabaríamos en el ridículo primer párrafo con el que empezaba este texto.

Pero no se conforma la Peris con semejante dilaste, sino que, considerando que muy problabemente le mandarían a freír espárragos, se pone la venda antes que la herida, acusando a la Lengua de ser una instituición de "ideología machista", lo que les impedirá a sus ilustres  miembros el dar tan trascendental paso en la liberación e igualdad de la mujer.

Tras ello, en fuga hacia el infinito, de la reinvindicación a la exigencia: "que en la Academia se imponga la paridad". O sea, que sean elegidos sus miembros de forma equitativa, repartidos al 50 por ciento hombres y mujeres. Ya no importará, por lo tanto, cómo escriban o cuánto sepan de la lengua, sino que, por aquello de laz paridades, la mitad habrían de ser mujeres. Pocas hay ahora, desde luego, creo que sólo tres, y debería ir corrigiéndose ese exiguo porcentaje a marchas bien rápidas. Pero nunca se debe forzar con paridades lo que debe llegar por reconocimiento del talento.

Ahí se ha quedado por ahora. Pero no tengo duda de que volverá a la carga. Seguro que se le ocurren otras ideas sublimes. No me extrañaría que propusiera que se otorgue el premio Cervantes o el Príncipe de Asturias de las Letras o, ya puestos, el Nobel de Literatura de forma paritaria, o, aún mejor, que todo sea paritario por ley. Absolutamente todo. Hasta la lotería. Que se obligue a que toque lo mismo a los hombres que a las mujeres.

Puesto a decir bobadas, a cada cual se nos puede ocurrir una. En clave de discriminación positiva siempre, claro. ¿Verdad, jóvenes y jóvenas? - como diría Carmen Romero, otra de las ilustres iniciadoras de este esperpento linguístico.

(Antonio Pérez Henares, Diario Directo)

A lo largo del texto, se proponen diversas formas masculinas y femininas de palabras españolas. No todas están aceptadas como correctas. Determine cuales de las series que se relacionan a continuación contienen todas sus formas correctas en español, compatibles con el género que se indica entre paréntesis - masculino (m) / femenino (f).

 

1 - periodista (m) - concejala (f) - jueza (f) - miembra (f)

2 - jueza (f) - concejala (f) - juez (m) - demócrato (m)

3 - juez (f) - concejal (f) - periodista (m) - miembro (f)

4 - periodista (f) - atleta (m) - demócrata (m) - jóvenes (m)

5 - dentista (m) - oculista (f) - jóvenas (f) - concejalas (f)

Son correctas:

Escolha uma das alternativas.