La Terminal
El polifacético actor Tom Hanks vive una historia similar a la de Mehran Karimi Nasseri, un iraní que se vio atrapado en el aeropuerto de París en 1988. En la ficción entablará amistad con una guapa azafata.

La trama del filme parece haber surgido del más imaginativo de los guionistas, pero se basa en un suceso real. El argumento se inspira en la historia del iraní Mehran Karimi Nasseri, que vive desde 1988 en el aeropuerto Charles de Gaule de París, al principio, porque le robaron la documentación y, a estas alturas, la verdad sea dicha, porque le gusta el lugar. Pero el guión no sigue enteramente su vida. “No obstante”, ha aclarado Spielberg, “como es la única persona que vive de modo semipermanente en un gran aeropuerto, consideramos prudente comprarle los derechos de su historia”. Una medida para evitar litigios que le ha reportado al iraní medio millón de dólares. La acción se ha trasladado en la película al aeropuerto Kennedy de Nueva York, donde Tom Hanks se enamora de Catherine Zeta-Jones, una fantasía de cine que ya hubiera querido para sí Merhan Karimi Nasseri, en cuyo caso no hubo bella azafata.

El proyecto, que ha contado con un presupuesto de 60 millones de dólares, lo iba a dirigir inicialmente Andrew Niccol (Gattaca). También se sustituyó el primer título, Terminal, poco acorde para una comedia al parecerse más a una enfermedad incurable, por el de The Terminal, en el que queda claro que la cosa va de viajes. Pero las  transformaciones más profundas se refieren al final. Según Spielberg, rodó dos, hizo un pase con el más amable y, al ver que no gustaba, se decidió por estrenar el menos complaciente. Los rumores son, en cambio, que el rechazo del público a la resolución feliz inicial le obligó a filmar a toda prisa otra más acorde con la lógica de la historia. Ésta
es la que se ha presentado en el Festival de Venecia y la única que se verá en los cines.
_{(Adaptado de: Juan Pando. Todo sobre La Terminal. Metrópoli. El Mundo, n. 19, p. 9, 10 a 16 set. 2004.)}