UEL 2013

Preocupación entre los expertos por las nuevas píldoras antiobesidad

 

Quien descubra la píldora para adelgazar, habrá encontrado una mina de oro. La obesidad es un problema de salud pública (se calcula que el 20% de la población mundial tiene sobrepeso, un porcentaje que en los países ricos pasa del 30%), y la idea de tratarla con pastillas es muy atractiva. Pero este abordaje no convence a los expertos españoles del Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (Ciberobn), que recuerdan que para combatir el sobrepeso lo primero que hay que hacer es “reducir la ingesta calórica, practicar ejercicio físico y modificar los hábitos alimentarios”. El recurso al tratamiento farmacológico es la última opción. Debe hacerse “cuando las demás opciones hayan fallado o como complemento de estas”, según los médicos.

 

El motivo de esta advertencia es la aprobación por la Agencia del Medicamento (FDA) de EE UU de las dos primeras pastillas para adelgazar en años: Belviq y Qsymia. Su uso en quienes tienen sobrepeso solo se aconseja si se tiene algún otro factor de riesgo, como hipertensión, colesterol o diabetes, y siempre acompañado de dieta y ejercicio. Este compuesto – una combinación de dos principios activos – es el que más preocupa a los médicos. “Existe una falta de datos de eficacia a largo plazo y de seguridad para la farmacoterapia antiobesidad, limitando así la recomendación de rutina de dicho tratamiento en periodos prolongados”, apunta en una nota José López Miranda, del comité de dirección del Ciberobn. Los estudios, además, “incluyeron pocos pacientes de edad avanzada”, por lo que “este grupo de población queda fuera de cualquier recomendación”, añade.
(Adaptado de:. Acesso em: 1 ago. 2012).

 

 

Em relação às novas pílulas antiobesidade, pode-se inferir que:

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