UECE 2007

Ahora bien, a los adultos les gusta creer que saben lo que pasa por la cabeza de un niño de diez años. Y es imposible 1saber lo que alguien está pensando 2si esa persona no lo cuenta. La gente veía a Peter tumbado de espaldas alguna tarde de verano, mascando una brizna de hierba y mirando el cielo. "¡Peter, Peter! ¿En qué estás pensando?", le gritaban. Y Peter se incorporaba sobresaltado. Los adultos sabían que algo ocurría en el interior de esa cabeza, pero no podían oírlo, ni verlo, ni sentirlo. No podían decirle a Peter que parara porque no sabían lo que él estaba haciendo. Habría podido estar incendiando la escuela, tirando a su hermana a los cocodrilos o huyendo en globo, 3pero lo único que veían era un niño mirando el cielo azul sin pestañear, un niño que no oía cuando lo llamaban por su nombre.

            En cuanto a lo de estar solo, eso tampoco les gustaba demasiado a los adultos. Ni siquiera les gusta que otros adultos estén solos. Cuando te juntas con otros, la gente ve lo que estás haciendo. Estás haciendo lo que ellos están haciendo. Pero Peter tenía ideas diferentes. Juntarse 4con los demás estaba muy bien, en su momento. Pero sin exagerar.

            En la escuela, dejaba a veces su cuerpo sentado en el pupitre, 5mientras su mente se perdía en las nubes. Incluso en casa, tener la cabeza en las nubes lo metió a veces en líos. Una Navidad, el padre de Peter, Thomas Fortune, estaba colgando adornos en la sala. Era algo que odiaba. Siempre lo ponía de mal humor. Había decidido colocar serpentinas en un rincón. Pues bien, en ese rincón había una 6butaca y en ella, sin hacer nada en concreto, estaba Peter.

McEwan, Ian. En las Nubes. Editorial Anagrama, Barcelona, 2007, pp. 12-13. Texto adaptado.

 

  El verbo SABER (ref. 1), conjugado en el potencial imperfecto, tercera persona plural:

Escolha uma das alternativas.