Banco de Exercícios

Lista de exercícios

Quer colocar o estudo em prática? O Stoodi tem exercícios de Sustantivo dos maiores vestibulares do Brasil.

Estude Espanhol com esses e mais de 30000 que caíram no ENEM, Fuvest, Unicamp, UFRJ, UNESP e muitos outros vestibulares!

Gerar PDF da Página

Conteúdo exclusivo para assinantes

Assine um de nossos planos para ter acessos exclusivos e continuar estudando em busca da sua aprovação.

Ver planos

  1. 1

    UECE 2015

    El sustantivo “capital” cambia el sentido según el género. ¿Qué otra palabra se clasifica de la misma forma?

  2. 2

    UECE 2008

    Primero fue el viento. Más tarde, como un relámpago, como una lengua de plata en el cielo, fue anunciada en el valle del Anáhuac 1la tormenta que lavaría la sangre de la piedra. 3Fue mucho después de la ofrenda que anocheció y se escucharon atronadoras descargas; pronto apareció en el cielo una serpiente plateada que se vio con la misma fuerza en muy distintos sitios. 4Enseguida empezó a llover de una manera pocas veces vista. Llovió toda la noche y a lo largo del día siguiente. Durante tres días no cesó de llover. Llovió tanto que los sacerdotes y sabios del Anáhuac se alarmaron. Ellos estaban acostumbrados a escuchar y a interpretar la voz del agua pero 5a la sazón sintieron que Tláloc, el dios de la lluvia, 6no sólo trataba de decirles algo sino que, por medio del agua, había dejado caer sobre ellos una nueva luz, una nueva visión que daría otro sentido a sus vidas, y 7aunque todavía no sabían claramente cuál era, 8así lo sentían en sus corazones. 2Y antes de que sus mentes interpretaran correctamente la profundidad del mensaje, que el agua explicaba cada vez que se dejaba caer, la lluvia cesó y el sol resplandeciente afloró en toda su magnitud y se reflejó en la multitud de espejos, de pequeños lagos, ríos y canales que las lluvias habían dejado colmados de agua.             Ese día, lejos del valle, una mujer luchaba por dar a luz su primogénito. Su suegra, que actuaba como comadre, no sabía si prestaba oídos a su parturienta nuera o al mensaje del dios Tláloc.             No le costó trabajo decidirse por la esposa de su hijo. El parto era complicado. A 10despecho de su gran experiencia nunca había ayudado en un alumbramiento como ése. Durante el baño en temascal - inmediatamente anterior al parto - ella aún no había detectado que el feto estaba mal acomodado. 11Todo parecía estar en orden. 12Sin embargo, el esperado nacimiento se tardaba más de lo común.             La fuerte lluvia era el único sonido que acompañaba los gemidos de la joven parturienta. Después de que el agua habló, un gran silencio fue sembrado y 9sólo lo rompió el llanto de una niña a quien nombraron Malinalli.             La recién nacida fue recibida por los brazos de su abuela paterna, quien presintió que ella estaba destinada a una vida de perplejidades, en la que iba a perderlo todo y, 13a la vez, encontrarlo todo. Lo que la abuela no alcanzó a percibir fue que la primera pérdida que esa niña iba a experimentar en su vida estaba demasiado cerca y, mucho menos, que ella misma se iba a ver fuertemente afectada. Lo último que en ese momento hubiera pensado era que podría perderla. Así, la abuela, que había participado activamente durante el parto, miró con alegría y llena de embelezo cómo MalinalIi abría los ojos y movía vigorosamente sus brazos. ESQUIVEL, Laura. Malinche. Colombia: Suma,2005, p. 9-11. Adaptado.    "...la tormenta que lavaría LA SANGRE de la piedra" (ref. 1) y "antes de que sus mentes interpretaran correctamente la profundidad DEL MENSAJE" (ref. 2) Indique la alternativa que presenta, tal y como los sustantivos destacados, una palabra de género distinto del portugués.

  3. 3

    Stoodi

    Elige la opción en que solo hay palabras femeninas:

  4. 4

    Stoodi

    Señala la alternativa que presenta exclusivamente palabras masculinas:

  5. 5

    UFTM 2012

    ¿Cuántas vidas salva el Bicing? 09/08/2011 Por Pablo León Esta curiosa pregunta fue la que un grupo de investigadores del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) de Barcelona se planteó. Para resolverla comenzaron a estudiar datos de hospitales, número de bicicleteros y emisiones hasta llegar a la conclusión de que el Bicing, el sistema público de alquiler de bicis barcelonés, ahorra 12 muertes al año y evita la emisión de 9.000 toneladas de CO2. Los efectos positivos del uso de los pedales son previsibles; la novedad es que ahora se han hecho ponderables y se han asociado a una medida política concreta. Si promover un cambio en la movilidad salva vidas, no fomentarlo hace desaparecer los beneficios asociados; no se ahorra CO2 y muere más gente. “Las políticas de transporte tienen mucha relación con las enfermedades que se desarrollan en entornos urbanos, concretamente con la epidemia de obesidad y con la afección de la contaminación a problemas cardiovasculares”, explica el doctor David Rojas-Rueda, científico Del CREAL y principal autor del estudio que se incluye en el programa europeo TAPAS (Transportation, Air Pollution and Physical Activities). “La bicicleta es una herramienta más para luchar contra estas plagas”, añade. La promoción de los pedales siempre ha estado asociada a una mejora del medio ambiente urbano en términos genéricos. A pesar de que muchos investigadores han cuantificado los efectos positivos del transporte activo, es la primera vez que se analizan las consecuencias de una medida concreta y su interacción con la salud. “Cuando se realiza una política, hay que evaluar su efectividad con datos científicos. No basta con decir que la bicicleta es buena para la salud por intuición, sino que hay que dar cifras. Este estudio las aporta y se perfila como una herramienta para evaluar los resultados de un cambio en el modelo de transporte”, explica el científico. El sistema público de alquiler de bicicletas barcelonês cuenta con 420 estaciones, 6.000 bicicletas y 120.000 usuarios y es similar al que tienen otras 70 ciudades en España. 1Aunque el análisis se ha realizado sólo en la capital catalana, SUS conclusiones son extrapolables a otras urbes. El proyecto TAPAS es un estudio europeo que continúa hasta 2013 y que evalúa las políticas que estimulan a la población a realizar un cambio en su manera de moverse por diferentes ciudades para mejorar su salud. Basilea, Copenhague, París, Praga o Varsovia trabajan en él para estudiar las conexiones entre contaminación y salud. Las críticas por el gasto y el modelo de gestión del Bicing también han sido una constante en los casi cinco años que lleva funcionando. “Cuando se habla de bicicletas, aparecen muchas opiniones negativas, y no sólo sobre eficiencia económica, sino que muchas personas argumentan que el riesgo de accidentes o la inhalación de gases mientras se pedalea afectan a la salud. Es cierto, pero esta publicación demuestra que el sedentarismo y el modelo coche-dependiente es mucho peor. Pedalear en Barcelona no sólo elimina gases de efecto invernadero, sino que también disminuye la mortalidad y los gastos asociados a ella”, concluye Rojas. Ante eso hay poco que decir. (www.blogs.elpais.com. Adaptado.)   Señale la alternativa en la que todos los sustantivos extraídos del texto tienen el mismo género y número.

  6. 6

    UECE 2008

                Al día siguiente, el niño, que se llamaba Peter, se despertó 1tras un sueño intranquilo y se encontró convertido en una persona gigante, un adulto. 5Quiso mover los brazos y las piernas, pero eran bastante pesados y el esfuerzo fue excesivo para él tan 8temprano por la mañana. De modo que  tuvo que quedarse quieto y escuchar los pájaros que estaban al otro lado de la ventana y que lo miraban. La habitación era la misma, 2aunque parecía mucho más pequeña y, además, daba la impresión de que hacía tiempo no la limpiaban. Tenía la boca seca, le dolía la cabeza y se sentía algo atontado. Le dolió parpadear. Se dio cuenta de que había bebido demasiado vino la víspera. Y 9quizá también había comido en demasía, porque sentía el estómago lleno. Y había estado hablando mucho, puesto que le dolía la garganta.             Gruñó y se puso de espaldas. 6Hizo un enorme esfuerzo y logró levantar un brazo y llevarse la mano a la cara para frotarse los ojos. La piel a lo largo de la mandíbula raspaba al tocarla, como un papel de lija. Tendría que levantarse y afeitarse antes de poder hacer cualquier otra cosa. Y tenía que ponerse en acción porque había un montón de cosas por hacer, recados que cumplir, tareas que realizar. Peor, antes de poder moverse, se quedó sorprendido por la visión de su mano. ¡Estaba cubierta de gruesos pelos negros y rizados!             Se levantó y se sentó en el borde de la cama. El rostro denunciaba su sobresalto. Tenía el cuerpo peludo por todas partes, con nuevos músculos en los brazos y las piernas. Cuando por fin se puso de pie, casi se dio en la cabeza con una de las vigas bajas del desván, que era su dormitorio.             - Esto es ridículo - empezó a decir, 3pero su propia voz le sorprendió.             Necesitaba lavarse los dientes y hacer gárgaras. 10Al cruzar la habitación4 hacia el lavabo, las tablas del suelo crujieron bajo su peso. Cuando llegó al lavabo, 7tuvo que acurrucarse para examinarse la cara en el espejo.             Descubrió que sabía afeitarse. Había observado muchas veces a su padre. Al acabar, la cara se pareció más a la suya. De hecho era mejor, menos hinchada que su cara de once años, con una mandíbula sobresaliente y una mirada atrevida. No está mal, pensó.             Se vistió con la ropa que había sobre una silla y bajó. Imaginó que todo el mundo iba a sorprenderse, en el desayuno, cuando lo vieran diez años mayor y treinta centímetros más alto que la noche anterior. 11Empero, nadie dijo nada. Cuando terminó de comer, salió al jardín y se detuvo ante el riachuelo. Era un hermoso día. El 12agua que corría bajo el puente de madera producía un agradable sonido y él estaba excitado con su transformación.             Cruzó después el jardín hasta llegar al camino elevado por el que había pasado 13antaño el ferrocarril. Había llegado a su destino. (McEwan, Ian, En las Nubes, Editorial Anagrama, Barcelona, 1994, pp.140-143. Adaptado.)   El empleo del artículo definido EL delante de los sustantivos AGUA y PUENTE (ref. 12) se justifica porque:

  7. 7

    UECE 2007

                Poco antes del amanecer, Kate despertó sobresaltada, porque 1creyó haber oído un ruido muy cercano. "Debo haberlo soñado", murmuró, dando media vuelta en su litera. Trató de calcular cuánto rato había dormido. Imaginó que había tenido una pesadilla. Le crujían los huesos, le dolían los músculos, le daban calambres. Le pesaban sus sesenta y siete años bien vividos; tenía el esqueleto aporreado por el 5viaje. "Estoy muy vieja para este estilo de vida...", pensó por primera vez la escritora, 6pero enseguida se retractó, convencida de que no valía la pena vivir de ninguna otra manera. Sufría más por la inmovilidad de la noche que por la fatiga del día; las horas dentro de la tienda pasaban con una lentitud agobiante. En ese instante volvió a percibir el ruido que la había despertado. No pudo identificarlo, pero le parecieron rascaduras o arañazos.             Las últimas brumas del sueño se disiparon por completo y Kate se irguió en la litera, con la garganta seca y el corazón agitado. No había duda; algo había allí, muy cerca, separado apenas por la tela de la carpa. Con mucho cuidado, para no hacer ruido, tanteó en la oscuridad buscando la linterna, que siempre dejaba cerca. 2Cuando la tuvo entre los dedos se dio cuenta de que transpiraba de miedo, no pudo activarla con las manos húmedas. Iba a intentarlo de nuevo, cuando oyó la voz de Nadia, quien compartía la carpa con ella.             - Chiss, Kate, no enciendas la luz... - susurró la chica.             - ¿Qué pasa?             - Son leones, no lo asustes - dijo Nadia.             A la escritora se le cayó la linterna de la mano. Sintió que los huesos se le ponían blandos como budín y un grito visceral se le quedó atravesado en la boca. 3Un solo arañazo de las garras de un león rasgaría la delgada tela de nylon y el felino les caería encima. No sería la primera vez que un turista moría así en un safari. Durante las excursiones había visto leones de tan cerca que 4pudo contarles los dientes; decidió que no le gustaría sufrirlos en carne propia. Pasó fugazmente por su mente la imagen de los primeros cristianos en el coliseo romano, condenados a morir devorados por esas fieras. El sudor le corría por la cara mientras buscaba la linterna en el suelo, enredada en la red del mosquitero que protegía su catre. Oyó un ronroneo de gato grande y nuevos arañazos. ALLENDE, Isabel, Bosque de los Pigmenos, Debolsillo, Buenos Aires, 2006, pp. 36-37. Texto adaptado.   Así como el sustantivo "viaje" (ref. 5), divergen del portugués en el género.

  8. 8

    UECE 2006

                A mitad del largo zaguán del hotel pensó que debía ser tarde, y se apuró a salir a la calle y sacar la motocicleta del rincón donde el portero de al lado le permitía guardarla. En la joyería de la 1esquina vio que eran las nueve menos diez; llegaría con tiempo sobrado adonde iba. El sol se filtraba entre los altos edificios del centro, y él montó en la máquina saboreando el paseo. La moto ronroneaba entre sus piernas, y un viento fresco le chicoteaba los pantalones.             Dejó pasar los ministerios (el rosa, el blanco) y la serie de comercios con brillantes escaparates de la calle Central. Ahora entraba en la parte más agradable del trayecto: 09. una calle larga, bordeada de árboles, con poco tráfico y amplias villas que dejaban 5venir los jardines hasta las aceras, apenas demarcadas por setos bajos. Quizás algo distraído, 6pero corriendo sobre la derecha como correspondía, se dejó llevar por la tersura, por la leve crispación de ese día apenas empezado. Tal vez su involuntario relajamiento le impidió prevenir el accidente. Cuando vio que la mujer parada en la esquina se lanzaba a la 2calzada a pesar de las luces verdes, ya era tarde para las soluciones fáciles. Frenó con el pie y la mano, desviándose a la izquierda: oyó el grito de la mujer, y junto con el choque perdió la visión. Fue como dormirse de golpe.             Volvió bruscamente del 3desmayo. 7Cuatro o cinco hombres jóvenes lo estaban sacando de debajo de la moto. 8Sentía gusto a sal y sangre, le dolía una rodilla, y cuando lo alzaron gritó, porque no podía soportar la presión en el brazo derecho. 9Voces que no parecían pertenecer a las caras suspendidas sobre él, lo alentaban con bromas y seguridades. Su único alivio fue oír la confirmación de que había estado en su derecho al cruzar la esquina. Preguntó por la mujer, tratando de dominar la 4náusea que le ganaba la garganta. 10Mientras lo llevaban boca arriba hasta una farmacia próxima, supo que la causante del accidente no tenía más que rasguños en las piernas. "Usted la agarró apenas, pero el golpe le hizo saltar la máquina de costado..." Opiniones, recuerdos, 11despacio, éntrenlo de espaldas, así va bien, y alguien con guardapolvo dándole a beber un trago que lo alivió en la penumbra de una pequeña farmacia de barrio.             La ambulancia policial llegó a los cinco minutos, y lo subieron a una camilla blanda donde pudo tenderse a gusto. Con toda lucidez, pero sabiendo que 12estaba bajo los efectos de un gran shock, 13dio sus señas al policía que lo acompañaba. El brazo casi no le dolía; de una cortadura en la ceja goteaba sangre por toda la cara. Una o dos veces se lamió los labios para beberla. Se sentía bien, era un accidente, mala suerte; unas semanas quieto y nada más... CORTÁZAR, Julio. Cuentos Completos/1. Alfaguara, España, 2005, pp. 386/387. Texto adaptado.   "Sentía gusto a SAL y SANGRE" (ref. 8): En la frase arriba transcrita hay dos sustantivos heterogenéricos en relación con el portugués (la sal = o sal; la sangre = o sangue). Ubique la opción que presenta otro ejemplo de esta divergencia léxica:

  9. 9

    UECE 2007

                Nos gustaba la casa porque aparte de harto espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas sucumben a la más ventajosa liquidación de sus materiales), guardaba las huellas de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda nuestra niñez.             Nos habituamos Irene y yo a persistir solos en ella, lo que era una locura pues en esa casa podían vivir ocho personas sin estorbarse. Hacíamos la limpieza por la mañana, 1levantándonos a menudo a las siete, y a eso de las once yo le dejaba a Irene las últimas habitaciones por repasar y me iba a la cocina. Almorzábamos a mediodía, siempre puntuales; ya no quedaba nada por hacer fuera de unos pocos platos sucios. Nos resultaba grato almorzar pensando en la casa profunda y silenciosa y cómo nos bastábamos para mantenerla limpia. A veces llegamos a creer que era ella la que no nos dejó desposarnos. Irene rechazó dos pretendientes sin mayor motivo, a mí se me murió María Esther antes que llegáramos a comprometernos. Entramos en los cuarenta años con la inexpresada idea de que el nuestro, simple y silencioso matrimonio de hermanos, era necesaria clausura de la genealogía asentada por los bisabuelos en nuestra casa. 2Nos moriríamos allí algún día, vagos y esquivos primos se quedarían con la casa y la echarían al suelo para enriquecerse con el terreno y los ladrillos; o mejor, nosotros mismos la voltearíamos justicieramente antes de que fuese demasiado tarde.             Irene era una chica nacida para no molestar a nadie. Aparte de su actividad matinal se pasaba el resto del día tejiendo en el sofá de su dormitorio. No sé por qué tejía tanto, yo creo que las mujeres tejen cuando 3han encontrado en esa labor el gran pretexto para no hacer nada. Irene no era así, tejía cosas siempre necesarias, tricotas para el invierno, medias para mí, mañanitas y chalecos para ella. A veces tejía un chaleco y después lo destejía en un momento porque algo no le agradaba; era gracioso ver en la canastilla el montón de lana encrespada resistiéndose a perder su forma de algunas horas. Los sábados iba yo al centro a comprarle lana; Irene tenía fe en mi gusto, se complacía con los colores y nunca tuve que devolver madejas. Yo aprovechaba esas salidas para dar una vuelta por las librerías y preguntar vanamente si había novedades en literatura francesa. Desde 1939 no llegaba nada valioso a la Argentina. CORTÁZAR, Julio. Cuentos Completos/1. México, Editorial Alfaguara, 2005, p. 107. Texto Adaptado.   El sustantivo LABOR es femenino y su correspondiente en portugués es masculino. Léase la frase extraída del texto: "... han encontrado en esa labor el gran pretexto..." (ref. 3). Apunte los términos que, así como LABOR, divergen de nuestra lengua en el género.

  10. 10

    UECE 2010

    Hace más de 150 años, Charles Darwin 1propuso una teoría que entonces pareció descabellada: todos los seres vivos comparten la herencia genética de un único y remoto antepasado común (UCA, 2por sus siglas en inglés). Una idea que constituye  uno de los pilares sobre los que el genial científico edificó su teoría de la evolución. A partir de ese único organismo ancestral, la vida se diversificó después en la multitud de formas que hoy pueblan nuestro mundo. Ahora, un bioquímico de la Universidad de Brandeis en Boston, Massachusetts, ha publicado en Nature el primer estudio estadístico a gran escala que se realiza para poner a prueba la verosimilitud de la teoría. Y los resultados del estudio confirman que Darwin tenía razón. En su «Origen de las especies», el naturalista británico proponía que «todos los seres orgánicos que alguna vez han vivido en la Tierra han descendido de una forma primordial». Desde entonces, las evidencias que confirman la teoría se han multiplicado, bajo la forma de un número creciente de criaturas «de transición» entre unas y otras especies en el registro fósil, pero también de una abrumadora cantidad de similitudes biológicas 3a nivel molecular. Por medio de potentes ordenadores y aplicando rigurosas fórmulas estadísticas, Douglas Theobald estudió los varios modelos diferentes de ancestros que existen. Y sus resultados inclinan abrumadoramente la balanza en favor de la hipótesis de UCA, un único antepasado común. De hecho, UCA es por lo menos 102.860 veces más probable que tener múltiples ancestros. Para realizar su análisis, Theobald seleccionó 23 proteínas comunes a todo el espectro taxonómico, pero cuyas estructuras difieren de unas especies a otras. Buscó esas proteínas en doce especies diferentes, cuatro por cada uno de los tres diferentes dominios de la vida (Bacteria Archaea y Eucaryota). El paso siguiente fue preparar simulaciones informáticas para valorar las probabilidades de los diferentes escenarios evolutivos para producir ese rango de proteínas. Y fue ahí donde Theobald se dio cuenta de que los escenarios evolutivos que partían de un único antepasado común superaban con mucho a los que se basaban en ancestros múltiples. «Simplemente -explica el científico- los modelos con un único antepasado común explicaban mejor los datos, y además eran los más simples, por lo que ganaban en todos los recuentos». Ahora bien, ¿qué aspecto debe tener ese antepasado común y dónde vivió? El estudio de Theobald no puede responder a esas preguntas, aunque el científico sí que se permite especular: «para nosotros, debió parecerse a una especie de espuma, viviendo quizá en los bordes del océano, o quizá en las profundidades, al abrigo de chimeneas geotermales. Aunque a nivel molecular, estoy seguro de que debió tener un aspecto tan complejo y bello como el de la vida moderna». José Manuel Nieves Periódico: ABC - España 13/05/2010 (Adaptado)   De los sustantivos femeninos abajo, uno de ellos se usa obligatoriamente con el artículo definido masculino. Apúntalo.

  11. 11

    UECE 2008

                Primero fue el viento. Más tarde, como un relámpago, como una lengua de plata en el cielo, fue anunciada en el valle del Anáhuac 1la tormenta que lavaría la sangre de la piedra. 3Fue mucho después de la ofrenda que anocheció y se escucharon atronadoras descargas; pronto apareció en el cielo una serpiente plateada que se vio con la misma fuerza en muy distintos sitios. 4Enseguida empezó a llover de una manera pocas veces vista. Llovió toda la noche y a lo largo del día siguiente. Durante tres días no cesó de llover. Llovió tanto que los sacerdotes y sabios del Anáhuac se alarmaron. Ellos estaban acostumbrados a escuchar y a interpretar la voz del agua pero 5a la sazón sintieron que Tláloc, el dios de la lluvia, 6no sólo trataba de decirles algo sino que, por medio del agua, había dejado caer sobre ellos una nueva luz, una nueva visión que daría otro sentido a sus vidas, y 7aunque todavía no sabían claramente cuál era, 8así lo sentían en sus corazones. 2Y antes de que sus mentes interpretaran correctamente la profundidad del mensaje, que el agua explicaba cada vez que se dejaba caer, la lluvia cesó y el sol resplandeciente afloró en toda su magnitud y se reflejó en la multitud de espejos, de pequeños lagos, ríos y canales que las lluvias habían dejado colmados de agua.             Ese día, lejos del valle, una mujer luchaba por dar a luz su primogénito. Su suegra, que actuaba como comadre, no sabía si prestaba oídos a su parturienta nuera o al mensaje del dios Tláloc.             No le costó trabajo decidirse por la esposa de su hijo. El parto era complicado. A 10despecho de su gran experiencia nunca había ayudado en un alumbramiento como ése. Durante el baño en temascal - inmediatamente anterior al parto - ella aún no había detectado que el feto estaba mal acomodado. 11Todo parecía estar en orden. 12Sin embargo, el esperado nacimiento se tardaba más de lo común.             La fuerte lluvia era el único sonido que acompañaba los gemidos de la joven parturienta. Después de que el agua habló, un gran silencio fue sembrado y 9sólo lo rompió el llanto de una niña a quien nombraron Malinalli.             La recién nacida fue recibida por los brazos de su abuela paterna, quien presintió que ella estaba destinada a una vida de perplejidades, en la que iba a perderlo todo y, 13a la vez, encontrarlo todo. Lo que la abuela no alcanzó a percibir fue que la primera pérdida que esa niña iba a experimentar en su vida estaba demasiado cerca y, mucho menos, que ella misma se iba a ver fuertemente afectada. Lo último que en ese momento hubiera pensado era que podría perderla. Así, la abuela, que había participado activamente durante el parto, miró con alegría y llena de embeleso cómo MalinalIi abría los ojos y movía vigorosamente sus brazos. ESQUIVEL, Laura. Malinche. Colombia: Suma,2005, p. 9-11. Adaptado.   "Todo parecía estar en orden" (ref. 11) Apunte el vocablo que - como el sustantivo orden - se emplea en el masculino y femenino, con una acepción para cada género.

  12. 12

    UECE 2009

                Manuel Sicuri, indio aimará, era de corazón ingenuo como un niño; y de no haber sido así no se habrían dado los hechos que le llevaron a la 1cárcel en La Paz. Además, podía seguir las huellas de un hombre 3hasta en las pétreas vertientes de los Andes. El factor importante, en esta historia, es que el cholo Jacinto Muñiz 7tuvo que huir del Perú y entrar en Bolivia por el Desaguadero, lo cual le llevó a irse corriendo, como un animal asustado, por el confín del altiplano, obsedido por la visión de un 2paisaje que le daba la impresión de no avanzar jamás.             Jacinto Muñiz fue perseguido de manera implacable, primero en el Perú, y después por los carabineros de Bolivia que recibían de tarde en tarde noticias de su paso por las desoladas aldeas de la Puna. Jacinto Muñiz no podía liberarse de esa persecución, pues había robado las joyas de una iglesia, y eso no se lo perdonarían ni en el Perú ni en Bolivia; y para fatalidad suya era fácil de identificar porque tenía uma cicatriz en la 10frente. Cuando llegó a la choza del indio Manuel Sicuri, Jacinto Muñiz contó que ésa era la huella de una caída.             Regresemos un poco al pasado. Uno de esos atardeceres, cuando la luz de julio en el altiplano era limpia y el aire cortante, los perros de Manuel Sicuri comenzaron a ladrar. Ladraban insistentemente, pero no a la manera en que lo hacían cuando corrían 4tras una oveja o cuando 14algún 13cóndor volaba sobre el lugar, dejando su sombra en la tierra, sino que sus ladridos eran de sorpresa y 11cólera. Entonces Manuel fue a ver lo que pasaba. Dio la vuelta a la casa y al corral.             Allá, a la distancia, hacia la caída del sol, se veía avanzar un hombre. Este hombre era Jacinto Muñiz. Por primera vez en 15mucho tiempo aparecía por allí un ser humano. Ése hacía esfuerzos para caminar, lo cual comentaron Manuel y su mujer. De haber sido un conocido, o siquiera un indio como ellos, que usara sus ropas y tuviera su aspecto, Manuel hubiera corrido a darle encuentro y tal vez a ayudarle.             Pero era un extraño y 5nadie sabía qué le llevaba a tan desolado sitio a esta hora. Lo mejor sería esperar.             Cuando 8estuvo a cincuenta pasos, el hombre saludó en aimará, si bien notaba que no era su lengua. Manuel se le acercó poco a poco. María espantó los perros con pedruscos y pudo oír a los dos hombres hablar. El forastero explicó que se había perdido y que se sentía muy enfermo; dijo que tenía sed y 16hambre y que quería dormir. Su ropa estaba cubierta de 17polvo y su escasa 12barba muy crecida. Pidió que le dejaran descansar esa noche, y antes de que su marido respondiera María 9dijo que en la vivienda no había dónde. 18Aunque hablaba aimará se apreciaba a simple vista que ese hombre no era de su raza ni tenía nada en común con ellos; pero su instinto de mujer le decía que había algo siniestro y perverso en su rostro. Manuel, 6sin embargo, no era como su mujer; él era confiado, de corazón ingenuo, y sabía que muchas veces Nuestro Señor se disfrazaba de caminante y salía a pedir posada; eso había ocurrido siempre, desde que Dios había resucitado, y debido a ello era un gran pecado negar hospitalidad a quien la pidiera. En suma, aquella noche el cholo peruano Jacinto Muñiz, prófugo de la justicia en dos países, durmió sobre pieles de oveja en la choza de Manuel Sicuri. BOSCH, Juan. Cuentos Más que Completos. Perú: Alfaguara, 2001, pp. 240-244. Texto adaptado.   El sustantivo HAMBRE (ref. 16) es precedido del artículo definido EL (ejemplo: Era enorme el hambre que estaba sintiendo)

  13. 13

    UECE 2007

                Uno se duerme; eso es todo. Nadie dirá jamás el instante en que las puertas se abren a los sueños. Aquella noche, 1hacia las nueve, me dormí como siempre, y 2tuve como siempre un sueño.             Aquella noche soñé que me sentía mal. Que me moría 3despacio, con cada fibra. 5Un horrible dolor en el pecho; y cuando respiraba, la cama se convertía en espadas y vidrios. Estaba cubierto de sudor frío, sentía ese espantoso temblor de las piernas que ya una vez, años atrás... Quise gritar, para que me oyeran. Tenía sed, miedo, fiebre; una fiebre de serpiente, viscosa y helada. A lo lejos se oía el canto de un gallo y alguien, desgarradoramente, silbaba en el camino.             Debía soñar mucho tiempo, pero sé que mis ideas se tornaron súbitamente claras y que incorporé en la oscuridad, 6temblando, todavía bajo la pesadilla. Es inexplicable como la vigilia y el ensueño siguen entrelazados en los primeros momentos de un despertar, negándose a separar sus aguas. Me sentía muy mal; no estaba seguro de que aquello me hubiera ocurrido, 4pero tampoco me era posible suspirar, aliviado, y volver a un sueño ya libre de espantos. Busqué el velador y creo que lo encendí porque los cortinados y el gran armario se anunciaron bruscamente a mis ojos. Tenía la impresión de estar muy pálido. Casi sin saber cómo, me hallé de pie, yendo al espejo del armario con un deseo de mirarme la cara, de alejar el inmediato horror de la pesadilla.             Cuando estuve ante el armario, pasaron unos segundos hasta comprender que mi cuerpo no se reflejaba en el espejo. Bien despierto, habría sentido erizárseme el cabello, pero en ese automatismo de todas mis actitudes me pareció simple explicación el hecho de que la puerta del armario estaba cerrada y que, por lo tanto, el ángulo del espejo no alcanzaba a incluirme. Con la mano derecha abrí rápidamente la puerta.             Y entonces me vi, pero no a mí mismo. Es decir, no me vi ante el espejo. Ante el espejo no había nada. Iluminado crudamente por el velador estaba el lecho y mi cuerpo yacía en él, con un brazo desnudo colgando hasta el suelo y la cara blanca, sin sangre. CORTÁZAR, Julio. Cuentos Completos/1. España, Editorial Alfaguara, 2005, pp. 60/61.   En "Un horrible dolor en el pecho" (ref. 5) consta el término DOLOR, divergente del portugués en el género. Identifique la opción que NO contiene un sustantivo heterogenérico.

  14. 14

    UNIMONTES 2007

    LOS QUE FRACASAN AL TRIUNFAR Freud advirtió que muchos neuróticos caían en depresión cuando alcanzaban la realización de un deseo. El goce, para algunos, radica en la lucha por lograr un objetivo, no en su disfrute. La aspiración, concretada, no es una fiesta, especialmente para los que practican el arte nacional de sufrir inútilmente. En la antiquísima sabiduría Vedanta* se afirma todo lo contrario: "cuando el objeto deseado es alcanzado, el 3alma brilla luminosa como una bendición". Ese punto de plenitud adviene cuando se ha extinguido el 2deseo, que siempre es mortificante porque 10su naturaleza es carencia de algo que se valora como muy importante. Proliferan culturas, grupos y personas, que se especializan en quejarse cuando les va bien, por 7temor "a la que se viene". Por lo tanto sienten los resultados positivos como 8señales apocalípticas; están acostumbrados "a la lucha", no al reposo reparador. Algunos ejecutivos no pueden disfrutar plácidamente de sus 9vacaciones. Viven atentos a señales de combate; riesgos o amenazas hipotéticas que están más en su imaginación que en la realidad. Para ellos el 5descanso, el 4sueño profundo, es un fracaso latente por desconexión con los problemas. También es frecuente observar que muchas personas en Argentina sufren cuando perciben que a alguien le va bien. El éxito de otro suele vivirse como un fracaso propio, como una herida personal o una provocación: "También con el acomodo que tiene." 1"Así cualquiera consigue un trofeo, con la plata que maneja...," "¡Vaya a saber en que 'curro' andará ..!" Una persona ama a otra cuando le desea siempre lo mejor para ella, cuando siente sus éxitos y celebraciones como si fuesen propios. Es fácil advertir la calidad de nuestros vínculos afectivos cuando, en los momentos felices de nuestra vida, deseamos fuertemente que alguien querido comparta con su presencia los beneficios alcanzados. En cambio, mucha gente sólo quiere compartir tristezas y fracasos, llorar a dúo. En la asistencia terapéutica, es muy frecuente escuchar a personas que disfrutan reiterando sus pequeños males recurrentes con llamados de todo tipo. Muchas veces he pensado decirle a algún amigo quejoso crónico: "... Si ganases la Lotería, ¿me llamarías para regalarme el premio como lo haces para obsequiarme con tanta prodigalidad, sin excepción, todas tus 6'pálidas'?" Enrique Mariscal (Cuentos para regalar exclusivamente a dioses) * Vedanta - é uma filosofia transmitida pelos Vedas, as escrituras mais antigas da Índia. Todas as palavras a seguir são do gênero masculino, EXCETO

  15. 15

    UECE 2008

    Al día siguiente, el niño, que se llamaba Peter, se despertó 1tras un sueño intranquilo y se encontró convertido en una persona gigante, un adulto. 5Quiso mover los brazos y las piernas, pero eran bastante pesados y el esfuerzo fue excesivo para él tan 8temprano por la mañana. De modo que  tuvo que quedarse quieto y escuchar los pájaros que estaban al otro lado de la ventana y que lo miraban. La habitación era la misma, 2aunque parecía mucho más pequeña y, además, daba la impresión de que hacía tiempo no la limpiaban. Tenía la boca seca, le dolía la cabeza y se sentía algo atontado. Le dolió parpadear. Se dio cuenta de que había bebido demasiado vino la víspera. Y 9quizá también había comido en demasía, porque sentía el estómago lleno. Y había estado hablando mucho, puesto que le dolía la garganta. Gruñó y se puso de espaldas. 6Hizo un enorme esfuerzo y logró levantar un brazo y llevarse la mano a la cara para frotarse los ojos. La piel a lo largo de la mandíbula raspaba al tocarla, como un papel de lija. Tendría que levantarse y afeitarse antes de poder hacer cualquier otra cosa. Y tenía que ponerse en acción porque había un montón de cosas por hacer, recados que cumplir, tareas que realizar. Peor, antes de poder moverse, se quedó sorprendido por la visión de su mano. ¡Estaba cubierta de gruesos pelos negros y rizados! Se levantó y se sentó en el borde de la cama. El rostro denunciaba su sobresalto. Tenía el cuerpo peludo por todas partes, con nuevos músculos en los brazos y las piernas. Cuando por fin se puso de pie, casi se dio en la cabeza con una de las vigas bajas del desván, que era su dormitorio. - Esto es ridículo - empezó a decir, 3pero su propia voz le sorprendió. Necesitaba lavarse los dientes y hacer gárgaras. 10Al cruzar la habitación4 hacia el lavabo, las tablas del suelo crujieron bajo su peso. Cuando llegó al lavabo, 7tuvo que acurrucarse para examinarse la cara en el espejo. Descubrió que sabía afeitarse. Había observado muchas veces a su padre. Al acabar, la cara se pareció más a la suya. De hecho era mejor, menos hinchada que su cara de once años, con una mandíbula sobresaliente y una mirada atrevida. No está mal, pensó. Se vistió con la ropa que había sobre una silla y bajó. Imaginó que todo el mundo iba a sorprenderse, en el desayuno, cuando lo vieran diez años mayor y treinta centímetros más alto que la noche anterior. 11Empero, nadie dijo nada. Cuando terminó de comer, salió al jardín y se detuvo ante el riachuelo. Era un hermoso día. El 12agua que corría bajo el puente de madera producía un agradable sonido y él estaba excitado con su transformación. Cruzó después el jardín hasta llegar al camino elevado por el que había pasado 13antaño el ferrocarril. Había llegado a su destino. (McEwan, Ian, En las Nubes, Editorial Anagrama, Barcelona, 1994, pp.140-143. Adaptado.) El empleo del artículo definido EL delante de los sustantivos AGUA y PUENTE (ref. 12) se justifica porque:

  16. 16

    UECE 2007

    Poco antes del amanecer, Kate despertó sobresaltada, porque 1creyó haber oído un ruido muy cercano. "Debo haberlo soñado", murmuró, dando media vuelta en su litera. Trató de calcular cuánto rato había dormido. Imaginó que había tenido una pesadilla. Le crujían los huesos, le dolían los músculos, le daban calambres. Le pesaban sus sesenta y siete años bien vividos; tenía el esqueleto aporreado por el 5viaje. "Estoy muy vieja para este estilo de vida...", pensó por primera vez la escritora, 6pero enseguida se retractó, convencida de que no valía la pena vivir de ninguna otra manera. Sufría más por la inmovilidad de la noche que por la fatiga del día; las horas dentro de la tienda pasaban con una lentitud agobiante. En ese instante volvió a percibir el ruido que la había despertado. No pudo identificarlo, pero le parecieron rascaduras o arañazos. Las últimas brumas del sueño se disiparon por completo y Kate se irguió en la litera, con la garganta seca y el corazón agitado. No había duda; algo había allí, muy cerca, separado apenas por la tela de la carpa. Con mucho cuidado, para no hacer ruido, tanteó en la oscuridad buscando la linterna, que siempre dejaba cerca. 2Cuando la tuvo entre los dedos se dio cuenta de que transpiraba de miedo, no pudo activarla con las manos húmedas. Iba a intentarlo de nuevo, cuando oyó la voz de Nadia, quien compartía la carpa con ella. - Chiss, Kate, no enciendas la luz... - susurró la chica. - ¿Qué pasa? - Son leones, no lo asustes - dijo Nadia. A la escritora se le cayó la linterna de la mano. Sintió que los huesos se le ponían blandos como budín y un grito visceral se le quedó atravesado en la boca. 3Un solo arañazo de las garras de un león rasgaría la delgada tela de nylon y el felino les caería encima. No sería la primera vez que un turista moría así en un safari. Durante las excursiones había visto leones de tan cerca que 4pudo contarles los dientes; decidió que no le gustaría sufrirlos en carne propia. Pasó fugazmente por su mente la imagen de los primeros cristianos en el coliseo romano, condenados a morir devorados por esas fieras. El sudor le corría por la cara mientras buscaba la linterna en el suelo, enredada en la red del mosquitero que protegía su catre. Oyó un ronroneo de gato grande y nuevos arañazos. ALLENDE, Isabel, Bosque de los Pigmenos, Debolsillo, Buenos Aires, 2006, pp. 36-37. Texto adaptado. Así como el sustantivo "viaje" (ref. 5), divergen del portugués en el género.

  17. 17

    UECE 2008

    Kassim era un hombre enfermizo, joyero de profesión, bien que no tuviera tienda establecida. Trabajaba para las grandes casas, siendo su especialidad el 1montaje de 3piedras preciosas. Pocas manos como las suyas para los engarces delicados. Con más arranque y habilidad comercial, hubiera sido rico. Pero a los treinta y cinco años proseguía en su pequeño taller en el sótano de su vivienda. Kassim, de cuerpo mezquino, rostro exangue sombreado por rala 4barba negra, tenía una mujer exquisita y fuertemente apasionada. La joven, de 2origen callejero, había aspirado a un más alto enlace. Esperó hasta los veinte años, provocando a los hombres y a sus vecinas con su cuerpo. Temerosa al fin, aceptó nerviosamente a Kassim. 7Sin embargo, no mas suenos de lujo. Su marido - habil artista 8aun - carecia completamente de caracter para hacer una fortuna. Por lo cual, mientras el joyero trabajaba doblado sobre sus pinzas, ella, de codos, sostenia sobre su marido una lenta y pesada mirada, para arrancarse algo bruscamente y seguir con la vista tras los vidrios al transeunte de posicion que podia haber sido su marido. Cuanto ganaba Kassim, no obstante, era para ella. Los domingos trabajaba tambien a fin de poderle ofrecer un suplemento. Cuando Maria deseaba una joya - ¡y con cuanta pasion deseaba ella! - trabajaba de noche. Despues habia tos y puntadas al costado; pero Maria tenia sus chispas de brillante. Poco a poco el trato diario con las gemas llego a hacerle amar la tarea del artifice, y seguia con 5ardor las intimas delicadezas del engarce. Pero cuando la joya estaba concluida - debia partir, no era para ella - caia mas hondamente en la decepcion de su matrimonio. Se probaba la alhaja, deteniéndose ante el espejo. Al fin la dejaba por ahí, y se iba a su cuarto. Kassim se levantaba a oír sus sollozos, y la hallaba en la 6cama, sin querer escucharlo. QUIROGA, Horacio. Cuentos de Amor, Locura y Muerte, Editores Uruguayos, Montevideo, 2004, p. 35. Tal y como los vocablos MONTAJE (ref. 1) y ORIGEN (ref. 2), son heterogenéricos, mejor dicho, divergen del portugués en el género:

  18. 18

    UERGS 2005

    MALNUTRICIÓN Y OBESIDAD, LAS DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA Nuestro 3planeta produce alimentos en cantidad suficiente para toda la población. El 5problema del 6hambre en el 4mundo se reduce a una mala distribución de la comida. Estas dos afirmaciones no son un 7deseo, sino una realidad corroborada por la FAO. Pero esa misma mala distribución que hace que gran parte de la humanidad esté subalimentada está llevando a un número creciente de personas a una enfermedad potencialmente peligrosa: la obesidad. "Ya sabíamos que el mundo producía suficientes alimentos para todos - afirma Barbara Burlingame, Oficial Superior del Grupo de Estimación y Evaluación de las Repercusiones de la Nutrición de la FAO -. Desafortunadamente, los alimentos no siempre llegan a quienes más los necesitan". La obesidad lleva aparejada una mayor presencia de enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades del corazón y cáncer. Dándose el caso de que algunas personas de los países más empobrecidos están sobradas de peso, eso no implica que estén bien alimentadas. La obesidad 1a menudo encubre deficiencias de vitaminas y minerales tanto en los países pobres como en los más ricos. "Consideramos la obesidad un problema importante que necesita tratarse, a la vez que el problema de la subalimentación", explica Prakash Shetty, Jefe del Servicio de Planificación, Estimación y Evaluación de la Nutrición de la FAO. Esta afirmación habría sido considerada una broma hace unos años, cuando el empeño en eliminar el hambre del mundo era tan grande que cualquier 2pensamiento en evitar los males derivados de la sobrealimentación parecía una pérdida de tiempo. 8Pero en la actualidad todos los países encaran la malnutrición y la obesidad como dos caras de la misma moneda, ambas evitables y costosas en salud y vidas humanas. (http://www.ucm.es) Se pluralizássemos a palavra "pensamiento" (ref. 2), teríamos

  19. 19

    PUC-MG 2010

    Déjense empatar Acabo de escuchar en la radio una noticia conmovedora. Jugaban en Barcelona un partido de infantiles, los niños de los equipos del Barcelona contra los niños del Español; en uno de los lances del juego, un chiquillo azulgrana, Mamadou, de origen africano, 1agarró el balón, dribló a cuatro contrarios y marcó el primer gol de su equipo. Cuando quiso celebrarlo, notó que todos, los suyos y los contrarios, le reprochaban que hubiera anotado ese tanto mientras yacía lesionado un futbolista del Español. El entrenador halló la solución para remediar la injusticia, y la comunicó a gritos: "¡Déjense empatar!" Los jóvenes futbolistas del Barcelona fueron conminados por su preparador a quedarse quietos en el campo, hasta que el Español consiguiera el empate; cuando éste se produjo, ya los dos conjuntos pudieron pelearse como es debido en una competición entre rivales eternos. El desempate, a favor del Barcelona, lo produjo el propio Mamadou, en una jugada que ha sido descrita como magistral por los que han dado la noticia. Enfrentado a la injusticia, o a la descortesía, que es un grado más de la injusticia, el chico recibió su lección; e incitado a competir, hizo luego lo que tenía que hacer. Lavada su culpa, a la ducha, y a pensar en qué le sirve para el futuro lo que hizo en el partido. De joven fui seleccionador de futbolistas infantiles, en mi pueblo, en la zona norte de Tenerife. Entre los chicos había de todo, buenísimos muchachos y otros malos como la quina. Nunca tuve la oportunidad de presenciar escenas como esa de Barcelona, pero sí sé que pudieron darse, y que en nuestras manos estaba la preparación moral de esos chicos para comportarse de una manera u otra en caso de fracaso o en caso de victoria. Muy chico leí el poema de Rudyard Kipling que aconseja enfrentar con el mismo ánimo a los dos impostores, al de la derrota y al de su opuesto. El fútbol es la vida misma; hay circunstancias en la vida en que es bueno dejarse empatar, permitir que el otro se ponga a tu altura, o que tú te pongas a la altura del otro; vencer a un lesionado, derrotar al débil, humillar al que tiene menos, hacer burla del fracasado... son tentaciones que salen al paso con la carcajada de la burletería, y hay que estar prevenido. Juan Cruz, en MIRA QUE TE LO TENGO DICHO, El País Internacional, http//:www.elpais.com 10 abril, 2007 (adaptado) Todas las palabras siguientes forman el plural siguiendo la misma regla, EXCEPTO

  20. 20

    UECE 2010

    En el bar La Vuelta suena una canción. Quique González está cantando y él percibe lo que dice el estribillo: Estoy cansado de perder. Le gusta la canción, pero no es lo mejor para empezar. Es el único cliente, lo que hace que se sienta aliviado y tranquilo. Nadie podrá preguntarle nada. Los camareros, Antonio y Enrique, lo conocen. Y, ya se sabe, los de verdad escuchan, callan y hablan si el cliente les da conversación. Su vida ha llegado a un punto en el que las preguntas son molestas. Sobre todo la más simple y cortés: ¿Cómo estás? No parece lo que es, un hombre solo y triste. Viste bien, la ropa soporta el paso de tiempos mejores. Nadie diría lo que es. Sobrelleva que le den los buenos días, aguanta el intercambio ritual del estado del tiempo y poco más. Sólo bebe café, y agradece que quieran invitarle a una copa, pero a ese punto en el que el alcohol mañanero define el día no quiere llegar. Ni siquiera comenta la prensa deportiva. En otros tiempos la eliminación del Barça en Champions, o los cuatro goles que el sábado le metió al Villarreal, hubieran sido argumento para 1bromas e ironías. Pero no están las cosas para eso, y menos para perder el tiempo. Nunca pensó que perderlo en sus circunstancias iba a resultar tan oneroso para su ánimo. Habla poco, y en el bar lo saben. Las miradas son elocuentes. Si con los ojos se entienden, para qué utilizar las palabras. En casa, el lenguaje de los ojos es inútil. Las preguntas, por muy cariñosas que sean, pesan como losas. Quiere a su mujer, pero la quiere con la pena que marcan los días sin expectativas. A sus hijos procura no verlos, por eso se va antes de que ellos despierten. Ante el primer café mira el reloj: las ocho de la mañana. Dios, piensa, qué 2largos son los días para los que deseamos que sean cortos. Mientras repara en este deseo que ya dura cerca de dos años abre el periódico: «Se confirma el dato destripado por ABC el martes: 4.600.000 españoles buscan un trabajo que no encuentran». Son demasiados. Quizás haya más posibilidades si juego a la lotería, piensa. En la radio un periodista se lamenta ante sus oyentes porque no tiene ninguna noticia buena para dar, sólo la del tiempo primaveral que, para colmo, va a durar poco. ¡Cómo está el país!, dice alguien. El hombre apura el café y escucha la voz de Zapatero por la radio: Hay signos de que lo peor ya ha pasado. Deja unas monedas y, cuando sale a la calle, siente un dolor en la sien. Lo reconoce. Pasa cuando se pregunta, ¿y ahora adónde voy? Con paso cansino marcha a El Retiro. Allí, sentado en el mismo banco de todos los mismos días piensa: Pero, cómo puede decir ese hombre 3que lo peor ha pasado, cómo puede decirlo. Son las 8,15 de la mañana. Y está empezando el día también para él. Félix Madero (Periódico El ABC, Madrid, España, 03.05.2010) Apunta lo que se dice correcto sobre los términos de la expresión “que lo peor ya ha pasado” (ref. 3).

  21. 21

    UNEAL 2007

    UN CIERTO OPTIMISMO AL ENTRAR EN EL 2007 Prefiero reanudar mis notas de 2007 con un cierto optimismo. No les voy a hablar, por lo tanto, de ETA, ni del presidente Zapatero, ni del indecente final de un tirano que murió en la horca para vergüenza de quienes abominamos la pena de muerte aunque sea para el más inicuo de los déspotas. Quiero hablar de Europa el día en que dos nuevos estados, Rumanía y Bulgaria, han entrado en el espacio democrático más plural y más diverso del mundo. Somos unos 500 millones de ciudadanos, hablamos varias docenas de lenguas, venimos de las raíces culturales que han configurado la civilización europea y no tenemos intención de entregarnos a las barbaridades de la guerra, porque los países libres no suelen dirimir sus diferencias entre sí con las armas. Los europeos hemos sido creados y destruidos muchas veces por guerras de uno contra otro, de uno contra todos o de todos contra uno. Hemos aprendido a vivir en la diversidad y en la aceptación de nuestras diferencias. Cualquier otra alternativa puede ser catastrófica. Desde el mar Negro al mar Báltico, desde Helsinki a Lisboa y desde las islas de Malta a la de Irlanda, se ha creado una Unión tan sólida como vulnerable. Europa ha pasado de ser una incubadora de guerras internas y mundiales a una correa de transmisión de paz y democracia. La fórmula es bien sencilla: se ha incorporado la legalidad internacional que se ha convertido en un efecto llamada, a juzgar por los varios aspirantes que llaman a la puerta desde el exterior de lo que podría denominarse como los límites naturales del continente. No existen garantías para que este formidable experimento perdure. El mundo no es un paraíso y la condición humana, individual y colectiva, tiende a las crisis, a los enfrentamientos y a las guerras. Pero hasta aquí hemos llegado y nos tenemos que felicitar todos. Especialmente los que hemos vivido largas temporadas de falta de libertades, los que hemos visto Europa partida por dos bloques militares, económicos y políticos, los que tenemos una colección de pasaportes con matasellos fronterizos de un continente dividido por pueblos que en mala hora invocaron la "razón de estado" para defenderse. Europa es más que un club de amigos. Es una realidad jurídica, política y económica. Con problemas de todo orden y con dificultades de convivencia que nos pueden parecer insuperables. Es una supraentidad en la que se valoran los derechos y la dignidad de las personas, en la que no existe la pena de muerte, en la que se puede viajar sin que a uno le pregunten adónde va o dónde viene. La Unión Europea no tiene un ejército para defender su extraordinario potencial económico ni para garantizar la seguridad si fuera amenazada desde el exterior. Dispone de mecanismos internos para que se cumpla la ley y se respete a las personas. Esta debilidad es posiblemente su gran fortaleza. Entran en el club quienes aceptan las reglas del juego. La prensa norteamericana señala hoy que muchos países están desviando sus reservas monetarias del dólar al euro. Hace poco lo han anunciado los Emiratos del Golfo, Suiza, Rusia y Venezuela. Irán y China están colocando cada vez más divisas en euros abandonando el dólar. La gran incógnita es si estamos ante decisiones coyunturales o se trata de una corriente de fondo que los estrategas monetarios de muchos estados están valorando a más largo plazo. Estados Unidos fue el gran vencedor del siglo pasado. Luchó y derrotó a las dos tiranías que en nombre de la superioridad de una raza o en nombre de la ideología del hombre nuevo causaron tanto dolor y muerte a tantos millones de personas. Empezaron el tercer milenio con una indiscutible hegemonía económica, política y moral. Pero la gestión de esa superioridad ha tropezado donde tropiezan los grandes imperios que en la historia han sido: han confundido la razón con la fuerza. Con los recientes episodios de Oriente Medio han perdido su credibilidad porque han pensado que con la fuerza se puede imponer la democracia. Los europeos tenemos que avergonzarnos de nuestro pasado y tenemos que agradecer la intervención americana para ahuyentar nuestros fantasmas históricos, en varias ocasiones en el siglo XX. Pero hemos aprendido a trompicones cómo se puede convivir en la diferencia pacíficamente. No hay garantías de que esta situación perdure. Precisamente por ello hay que ser realistas y no cometer errores de bulto que puedan echar por la borda cuanto se ha conseguido. No quiero ni pensar qué sería de nosotros si nuestras aficiones fratricidas no fueran atemperadas por esta Europa que ha apostado por el derecho y no por la fuerza. Lluís Foix, La Vanguardia de Barcelona, 02/01/2007 Considere la siguiente oración, que aparece en el tercer párrafo del texto: Cualquier otra alternativa puede ser catastrófica. Indique, a continuación, cuál sería su plural correcto.

  22. 22

    UDESC 2011

    “La hiena es un animal extraño y genial” Los días de Midget, una 1hiena macho, son una privación continua. Cuando caza un topi –(Damalliscus Korrigum) una especie de antílope – su hermana de rango superior aparece al instante, le muestra los dientes y le quita la 2presa. Horas después, con el segundo topi, sucede lo mismo: su rival fraterno, con la panza aún hinchada por la primera 3cena, se 6apropia del trabajo ajeno. Midget no puede más que contemplar el banquete con cansancio, hambre y frustración, y mantenerse al margen. No es la primera vez que sufre estos malos tratos. Cuando era un 4cachorro, esta hermana se erigió como dominante y se apropió de uno de los dos pezones de su madre, colocándose en una posición privilegiada, justo debajo de la cabeza de ella. Eso significaba que la cría recibiría lenguetazos de cariño y la protección de las patas frontales de su progenitora. También tendría acceso a más y mejor leche, ya que el otro cachorro quedaba 5relegado a las patas traseras de la madre, dónde ésta ya escaseaba. Por eso, Midget – enano en inglés – creció mucho más lentamente que su melliza. (Revista Muy Interesante. Argentina, marzo 2010.) Según su género, el sustantivo “hiena” (ref. 1) puede clasificarse como:

  23. 23

    UFPE 2008

    FEMINISMO LINGUÍSTICO, PRECLARA ESTUPIDEZ Soy periodisto y poeto, tengo un amigo atleto y otro futbolisto. Mañana tengo que ir al dentisto y pedir hora para el oculisto. Seguramente soy un poco machisto y no sé si soy del todo democrato. Pero, después de escribir esto, me doy cuenta de que, al menos, no soy tan tonto como la directora del Instituto de la Mujer, Rosa Maria Peris, que pretende, más o menos, que cambiemos nuestra lengua para acoplarla a los dictados de lo que ella entiende por feminismo, y el resto de los mortales, salvo alguna que otra acérrima seguidora, por simple y llana estupidez. Ha pedido la señora - que no tiene, por lo visto, mejores cosas en las que emplear su tiempo - que la Real Academia de la Lengua dé entrada a alguno nuevos vocablos porque, a su juicio, algunos de los actuales demuestran sexismo a boca llena. Por ejemplo, dice, ése es el caso de "juez", "concejal" y "miembro". Propone la buena señora la incorporación, a su lado, de "jueza", "concejala" y "miembra", como respectivos femininos. La memez es supina porque, por esa misma regla de tres, habríamos de ser los hombres "juezos" o "concejalos" para senalar claramente el sexo del portador. Es más, si aplicásemos su propuesta a todos los vocablos terminados en la, por lo visto, femenina "a" que habitualmente se emplean para señalar las ocupaciones o profesiones, acabaríamos en el ridículo primer párrafo con el que empezaba este texto. Pero no se conforma la Peris con semejante dilaste, sino que, considerando que muy problabemente le mandarían a freír espárragos, se pone la venda antes que la herida, acusando a la Lengua de ser una instituición de "ideología machista", lo que les impedirá a sus ilustres  miembros el dar tan trascendental paso en la liberación e igualdad de la mujer. Tras ello, en fuga hacia el infinito, de la reinvindicación a la exigencia: "que en la Academia se imponga la paridad". O sea, que sean elegidos sus miembros de forma equitativa, repartidos al 50 por ciento hombres y mujeres. Ya no importará, por lo tanto, cómo escriban o cuánto sepan de la lengua, sino que, por aquello de laz paridades, la mitad habrían de ser mujeres. Pocas hay ahora, desde luego, creo que sólo tres, y debería ir corrigiéndose ese exiguo porcentaje a marchas bien rápidas. Pero nunca se debe forzar con paridades lo que debe llegar por reconocimiento del talento. Ahí se ha quedado por ahora. Pero no tengo duda de que volverá a la carga. Seguro que se le ocurren otras ideas sublimes. No me extrañaría que propusiera que se otorgue el premio Cervantes o el Príncipe de Asturias de las Letras o, ya puestos, el Nobel de Literatura de forma paritaria, o, aún mejor, que todo sea paritario por ley. Absolutamente todo. Hasta la lotería. Que se obligue a que toque lo mismo a los hombres que a las mujeres. Puesto a decir bobadas, a cada cual se nos puede ocurrir una. En clave de discriminación positiva siempre, claro. ¿Verdad, jóvenes y jóvenas? - como diría Carmen Romero, otra de las ilustres iniciadoras de este esperpento linguístico. (Antonio Pérez Henares, Diario Directo) A lo largo del texto, se proponen diversas formas masculinas y femininas de palabras españolas. No todas están aceptadas como correctas. Determine cuales de las series que se relacionan a continuación contienen todas sus formas correctas en español, compatibles con el género que se indica entre paréntesis - masculino (m) / femenino (f).   1 - periodista (m) - concejala (f) - jueza (f) - miembra (f) 2 - jueza (f) - concejala (f) - juez (m) - demócrato (m) 3 - juez (f) - concejal (f) - periodista (m) - miembro (f) 4 - periodista (f) - atleta (m) - demócrata (m) - jóvenes (m) 5 - dentista (m) - oculista (f) - jóvenas (f) - concejalas (f) Son correctas:

  24. 24

    UECE 2008

    Kassim era un hombre enfermizo, joyero de profesión, bien que no tuviera tienda establecida. Trabajaba para las grandes casas, siendo su especialidad el 1montaje de 3piedras preciosas. Pocas manos como las suyas para los engarces delicados. Con más arranque y habilidad comercial, hubiera sido rico. Pero a los treinta y cinco años proseguía en su pequeño taller en el sótano de su vivienda. Kassim, de cuerpo mezquino, rostro exangue sombreado por rala 4barba negra, tenía una mujer exquisita y fuertemente apasionada. La joven, de 2origen callejero, había aspirado a un más alto enlace. Esperó hasta los veinte años, provocando a los hombres y a sus vecinas con su cuerpo. Temerosa al fin, aceptó nerviosamente a Kassim. 7Sin embargo, no mas suenos de lujo. Su marido - habil artista 8aun - carecia completamente de caracter para hacer una fortuna. Por lo cual, mientras el joyero trabajaba doblado sobre sus pinzas, ella, de codos, sostenia sobre su marido una lenta y pesada mirada, para arrancarse algo bruscamente y seguir con la vista tras los vidrios al transeunte de posicion que podia haber sido su marido. Cuanto ganaba Kassim, no obstante, era para ella. Los domingos trabajaba tambien a fin de poderle ofrecer un suplemento. Cuando Maria deseaba una joya - ¡y con cuanta pasion deseaba ella! - trabajaba de noche. Despues habia tos y puntadas al costado; pero Maria tenia sus chispas de brillante. Poco a poco el trato diario con las gemas llego a hacerle amar la tarea del artifice, y seguia con 5ardor las intimas delicadezas del engarce. Pero cuando la joya estaba concluida - debia partir, no era para ella - caia mas hondamente en la decepcion de su matrimonio. Se probaba la alhaja, deteniéndose ante el espejo. Al fin la dejaba por ahí, y se iba a su cuarto. Kassim se levantaba a oír sus sollozos, y la hallaba en la 6cama, sin querer escucharlo. QUIROGA, Horacio. Cuentos de Amor, Locura y Muerte, Editores Uruguayos, Montevideo, 2004, p. 35. Ubique el sustantivo cuyo significado cambia según el género en que se emplee

  25. 25

    PUC-RJ 2010

    Dar palmadas a los hijos para que obedezcan, ¿sí o no? En los últimos diez años han aumentado las voces contra el maltrato infantil. Algunos padres, sin embargo, defienden la idea de que a veces hace falta una nalgada. - ¿Te pegaron de niña? - Sí, pero no como para traumatizarme. La respuesta es de Verónica Fierro, una joven de 29 años, quien al recordar las pocas veces que su mamá la zarandeó por desobediente, dice: “Me lo merecía”. Su opinión riñe con las tendencias, cada vez más marcadas a eliminar cualquier tipo de maltrato a los niños, tanto en el hogar como en los colegios. De acuerdo con la psicóloga Claudia Jiménez Chacón, de la Asociación Afecto, “así sea duro o despacito, un golpe, una cachetada o un empujón son actos agresivos, violentos” que deberían evitarse, pues tienen repercusiones en el desarrollo emocional del niño que se reflejan incluso en la vida adulta. 3Así, la persona que ha sido educada con agresión es más propensa a depender de la presencia del jefe o de una autoridad para funcionar correctamente, mientras que quienes fueron criados en ambientes más amables tienden a ser más autónomos y responsables de sus actos. En la sociedad eso se nota, por ejemplo, en el cumplimiento de las reglas de tránsito. “Unos actúan por miedo al castigo y otros porque tienen conciencia de las consecuencias y respeto por las normas”, indica la psicóloga. Pero más allá de ese ejemplo, que probablemente tiene otras explicaciones posibles, lo cierto es que en Colombia, el 65 por ciento de los padres y madres dice haberle pegado por lo menos una palmada a su hijo o hija en alguna oportunidad. Y de ellos, el 76 por ciento dice sentir culpa, de acuerdo con un estudio de la fundación Save the children en el país. Según Roger Dávila, coordinador de protección de la entidad, el castigo corporal y el abuso físico tienden a perpetuarse y a hacerse una conducta contínua. Es decir que tras el primer golpe es fácil dar el segundo. Y, así mismo, repetir el patrón con los hijos. Sin embargo, socialmente está permitido reprender con palmadas a los niños, e incluso hay un círculo de pediatras que defienden esa práctica. Las causas más frecuentes para que los niños reciban castigo físico son rebeldía, pataletas y falta de respeto. Y justamente por esas razones, Verónica ha debido “darle palmadas” a su hija de 11 años en contadas ocasiones. “Con moderación, pero le han caído bien”, señala la madre, que asegura, sin embargo, que 2ese no es el primer método al que recurre cuando se trata de llamarle la atención, pues antes recurre al diálogo. Como ella, hay un 27 por ciento de padres que considera el castigo físico necesario para educar a sus hijos, de acuerdo con una encuesta realizada en Bogotá, Cali y Medellín por el Ministerio de Protección, la Universidad del Valle y el Instituto Cisalva. Una guía para el ‘uso de la nalgada disciplinaria’ expidió hace dos años la Asociación Americana de Pediatría. En ella se señala que “una palmada debe ser siempre motivada por el amor, con el propósito de enseñar y corregir”. Indica, además, que puede usarse cuando “el mal comportamiento persista” pese a haber intentado antes agotar las palabras, las explicaciones y las mediaciones con el niño. “La palmada, obviamente, es lo último, no lo primero”, advierte por su parte la psicóloga Sonia Lancheros para quien esa manifestación permite imponer autoridad en momentos extremos. Porque “si no se ponen límites, al niño nada le va a importar de ahí en adelante”. Lancheros enfatiza también en que el castigo no se trata del golpe en sí mismo sino de lo que éste representa.1”Al niño no le duele tanto la palmada como la sensación de pérdida del afecto de quien lo golpea”. Y a propósito, los pediatras indican que esto solo pueden hacerlo sus padres o algún adulto con una relación familiar muy estrecha, y, en cualquier caso, seguido de una reflexión sobre lo que motivó la nalgada con el fin de recuperar la cordialidad de la relación.Y, “claramente, no se trata de darles palmadas todos los días o por cualquier cosa”, dice la psicóloga. Guía para educar a nuestros hijos - Imponer normas y límites coherentes a los niños y niñas, hacerlas respetar y castigarlos con firmeza y claridad cuando se salten la norma, pero sin pegarles ni humillarlos. - Educar a los niños y niñas en derechos y responsabilidades, fomentando su autonomía. - No chantajear afectivamente a nuestros hijos ni dejarnos chantajear por ellos. - Enseñar a pedir perdón, y pedirlo cuando nosotros nos equivocamos. Texto adaptado del periódico colombiano El tiempo, sección Vida de hoy – 09/08/2009. Una cachetada es una palmada que se da en:

Gerar PDF da Página

Conteúdo exclusivo para assinantes

Assine um de nossos planos para ter acessos exclusivos e continuar estudando em busca da sua aprovação.

Ver planos